No me gustan las navidades, creo que si no me lo han escuchado alguna vez, y lo digo siempre que tengo ocasión, ya por el título habrán podido percatarse.
No me gustan porque aunque se celebre la Natividad, o sea, el nacimiento de Jesús, no me traen más que pérdidas de amigos o familiares que año tras año van faltando, y también porque mi familia no es muy extensa, no hay niños correteando haciendo gracias, ni cosas que algunos cuentan que son muy bellas (para ellos), y cuando me las cuentan, no sé si reír o alegrarme de mi menguado árbol familiar.
En el tiempo navideño es cuando esa maldad (a veces gran salvadora) que es la mentira, de hecho y palabra, gana adeptos en multiplicación por miles. La hipocresía, la ficción, la simulación, vendrán como adornos navideños a acompañarnos estos días.
Como decía mi compañero Blas en su artículo de hace unos días, los ágapes que pagamos todos, entre diputaciones, ministerios, alcaldías, empresas municipales, no han notado ni un ápice la crisis. Créanme, no pasa nada, porque el que no tenía nada, ya estaba en crisis hace quince años. La crisis que nos trajo zapatero, y de la cual ni se enteró, tampoco la han notado. Creo que muchos han notado algo, porque de no poder ahorrar y solo tener para vivir al día, ya ni eso podían. Y los políticos, claro que han notado algo también, y es que habría menos trabajadores en el catering, o se ahorra en trabajadores, o en calidad y extensión del menú.
¿Y los abrazos? Prepárense para que les aticen las espaldas, les pregunten por cómo les va, personas que han tenido al lado casi durante todo el año, y quizá, si no se han cruzado de acera, es porque han encontrado otra calle por la que meterse antes de cruzarse con usted.
Todos los años pienso que voy a ir a otros sitios, que voy a quedar con más gente, quizá buscamos a lo largo del año eso, nuevos rumbos, conocer nuevas cosas, que conlleva a conocer nuevas personas. ¿Saben qué? Navidades tradicionales. Las mías, que ya son tradicionales para mí. ¿Saben? Hay ya tres amigos que me han llamado, nos vemos tres o cuatro veces al año, uno, puede que entre este año en la cuadrilla de Humildad y Paciencia, y por lo tanto, cumplamos ese sueño que tantas veces hemos comentado años pasados. Me han llamado, hablado por whatsapp, y me han dicho que tenemos que vernos, y ellos y yo, sabemos que nos vamos a ver. ¿Por qué? Pues porque en nuestra búsqueda de nuevas cosas, retos, amistades, lugares, situaciones especiales, esquivos a problemas, volveremos a nuestra Navidad, y es nuestra porque seguramente estaremos los de siempre. Navidad tradicional.
Ya han anunciado a Willow, y su historia interminable. No tardaremos a ver las americanadas de Papa Noel en algunas cadenas, tarde a tarde. Y será tradicional eso también, aunque para el que lo tome, para mí será el mismo tostón de cada año.
No soy mucho de salir, menos de ir de compras, cosa que es lo que más se hace estos días también. Me regalaré salir el día 27 que será cuando celebre mi cumpleaños, llamaré a los míos, y disfrutaré de la celebración de mi aniversario también como siempre.
Total, será otra Navidad más. Esta es mi Navidad, y a resumidas cuentas, se parecerá mucho a la vuestra, si veis, se resume en encontrar a aquellos que todos sabemos que nos aprecian mucho de palabra y poco de obra, pero como no, rodearnos de los vuestros, amigos y familia, aunque sea cortita, y aunque cambien muchas cosas, esto no se cambie por nada.
A todos los que no os guste la Navidad, paciencia. Hay muchas sonrisas y buenos momentos en estos días que vienen, aunque para nosotros, sean simplemente por la compañía y el sentirnos bien, contentos por los momentos, no por las fechas a celebrar, que cristianamente las celebro, pero es que hay a quien le invade una idiotez, absurda y banal, desde el 15 de diciembre, y ya no se le pasa hasta el día 10 de enero. Lo siento, pero no, no puedo.
¡Feliz Navidad y Felices Fiestas! A todos aquellos que me han animado a que tenga ganas de pasarlas con ellos.
¡Feliz Navidad y Felices Fiestas! A todos mis hermanos, aquellos que son de mi Hermandad, o simplemente somos hermanos e hijos de Jesús, sean de la hermandad que sean. A todos aquellos que han sido cristianos, a los que han defendido la palabra y la obra del Señor.
¡Feliz Navidad y Felices Fiestas! A los que hacéis posible que semana tras semana, sin haber faltado una por desdén o desánimo, tengamos este rinconcito de opinión. Tanto a los que estáis en casa desde un lado del ordenador, como a los que estáis al otro lado del mismo, mis compañeros, y como digo siempre, sin embargo también amigos.
¡Feliz Navidad! Y recordad que tanto Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, Nuestro Señor de las Penas, el que nos las cura por bulerías camino al Calvario, o les da consuelo en Santiago, vendrá a nosotros tras esa Misa del Gallo que todos podremos disfrutar en nuestra Parroquia, con nuestro barrio, o en Nuestra Hermandad, con nuestros hermanos.
¡Felices Navidad, en Amistad, y Hermandad!
Fernando Blancas
Recordatorio La Chicotá de Nandel: Córdoba está despertando