Blas Jesús Muñoz. La sevillana Hermandad del Silencio encomendó, hace unos meses, la restauración de la imagen de San Antonio Abad que realizara Francisco Antonio Gijón en 1676, por encargo del cordonero Pedro Bravo.
La realización de estas labores ha sido encargada al reconocido restaurador Enrique Gutiérrez Carrasquilla, el cual ha llevado a cabo una intensa labor durante los últimos cuatro meses. Respecto a las tareas llevadas a cabo, Gutiérrez Carrasquilla señala que la talla "estaba en una situación muy deficiente, hasta el punto que me llevé una decepción cuando la vi. Estaba muy oscurecida y los ensambles presentaban deficiencias. La restauración ha sido integral. Ha recuperado su policromía y aspecto original. En la hermandad pensaban que el tono de la escultura era marrón. Por ejemplo, la barba parecía negra y es clara, como corresponde a una persona anciana".
Promovida por la Fundación Mater Inmaculata de la propia corporación, la imagen de San Antonio atesora una enorme similitud con la del Cachorro. En palabras del restaurador "Es como el Cachorro pero envejecido. Como si hubiera llegado a anciano. El parecido es tremendo. La nariz afilada, la boca, los ojos vueltos y algo vidriosos".
Recordatorio Candelabro de Cola: El Santo Cristo de la Púrpura de la Hermandad de la Columna y Azotes (I)