En los últimos años se han venido celebrando Salidas Extraordinarias con motivo de diversas efemérides, ya sean por aniversarios fundacionales, de la bendición de uno de sus titulares, por la coronación canónica de su titular mariana hace décadas, y un largo etcétera; en distintos lugares de Andalucía o de fuera de ella. En algunas ocasiones se le ha tachado de ser excesivas por unos, y se ha justificado su celebración por parte de otros. Los detractores de este culto se justifican argumentando que se está "jugando a los pasitos", mientras que los partidarios justifican su labor pastoral y evangelizadora de cada una de ellas, según sea el caso. En "Gente de Paz", se ha hablado en varios artículos sobre este culto externo que se celebra con carácter extraordinario y sobre la necesidad de regularlo o de mejorarlo, en todo lo concerniente a él.
Pero no crean que las salidas extraordinarias es algo de ahora, ya que se ha venido realizando durante siglos pasados, por epidemias, catástrofes, riadas, sequías o hambrunas. Todavía se hacen en pueblos por alguna de estas cosas, más bien, por sequías o para que no vuelvan a producir alguna catástrofe de índole natural como un terremoto, en forma de voto.
Rebuscando información sobre estas procesiones en una década tan cercana en el tiempo como es la de los años 90 del siglo pasado. He podido ver cómo la Hermandad del Valle de Sevilla celebró en 1990 el IV Centenario de la Fusión de Hermandades de la Coronación y de la Santa Faz y Ntra. Sra. del Valle con un calendario de actos, que culminó con una Salida Extraordinaria de la Virgen del Valle. También he comprobado por una noticia del año 2006 del Diario Córdoba que en esta ciudad en esa década y la posterior, se celebraron más de 25 de este tipo de procesiones, mientras que en la ciudad hispalense como otras ciudades de Andalucía, no se han quedado atrás. En mis años de Universidad en Granada, he podido ver varias salidas extraordinarias de hermandades de allí, ya sea por coronaciones canónicas, aniversarios fundacionales o por el centenario de la coronación canónica de la patrona de la ciudad, amén de las dos magnas celebradas en los últimos años, esta última ya no viviendo en la ciudad, pero participé en ella.
En el presente año 2015, se van a celebrar (algunas ya celebradas en el pasado mes de Enero) en Andalucía alrededor de unas veinte salidas, ya sean por aniversarios, magnas o coronaciones canónicas de sus titulares marianas. No digo que sean malas, y no estoy en contra de su celebración, pero si veo necesario una regulación en las mismas, hecho que ya se ha dado en la diócesis de Asidonia-Jerez y en Sevilla hace una semana aproximadamente.
En el Obispado de Asidonia-Jerez hace más de un año, publicó un decreto en el cual establecía unas bases reguladoras ante la proliferación de estas procesiones, en la cual limitaba las mismas en la celebración de aniversarios múltiplos de 25 de creación de corporaciones, además de incluir un programa de actividades y un presupuesto, en los cuales se incluyan algunos actos de carácter caritativo. También se hace mención de la preparación catequética y el objetivo u objetivos pastorales de la misma.
En Sevilla, han sido un poco más flexibles, pero más o menos en la misma línea. Se podrán solicitar por Coronación Canónica de la imagen, así como por aniversarios de dicha coronación, empezando por el XXV y siguiendo por aniversarios múltiplos de 25. De igual forma con la erección canónica de la hermandad, y "actos singulares de especial relevancia eclesial y de gran interés pastoral", estos últimos con la valoración positiva del Consejo Episcopal. Como en el caso de Jerez, se detalla los pasos a seguir para su solicitud, así como menciona que será el propio delegado diocesano de hermandades quién dará los requisitos canónicos y pastorales, y el programa de acción caritativa y social a seguir.
Pienso que no se debería haber llegado a esto por parte de las hermandades, que se tengan regular las salidas extraordinarias. Tendrían haberse concienciado y recapacitado para no llegar a esto por parte de los cofrades, y haber sido lo suficiente responsables en el planteamiento de las mismas, ya que he visto, como en ocasiones, se han buscado algunas efemérides -siendo múltiplo de 5- o cualquier argumento para realizar este tipo de procesiones. Creo que llegará el momento en el cual, todas las diócesis tengan que dar este paso para volver a la normalidad, y que el carácter extraordinario de ellas vuelva a serlo, y no como ahora que se está convirtiendo en algo ordinario y común, su celebración.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo