Blas Jesús Muñoz. Hace unos días les informábamos en Gente de Paz, acerca de la macabra anécdota acontecida al paso del Cristo de la Expiración de Triana (el popular Cachorro) por la calle Castilla, cuando es esparcieron unas cenizas alrededor del paso de la citada Imagen.
El hecho se sucedió cuando una señora, acompañada por un joven, se acercó por el costero del paso cercano a la delantera y, de un tarro que portaba, esparció las cenizas de su marido, impregnando con las mismas tanto la mesa del paso como al capataz, Ismael Vargas, así como a su segundo.
En el vídeo que, a continuación, les reproducimos el narrador del mismo que dice ser costalero de la citada cuadrilla del Cristo de la Expiración, describe lo sucedido, no sin cierta dosis de humor.