Algunas veces veo noticias sobre la restauración de una imagen religiosa, que finalmente cuando vuelve de dicha restauración, ha sufrido realmente una transformación y ha sido remodelada al gusto de aquellos la han encargado o del propio autor de dicha remodelación.
Estos casos se han dado bastante a lo largo la historia, y se han visto casos en distintos lugares como Málaga o Granada, entre otras localidades. Imágenes que tenían unos rasgos y una forma, han vuelto de una forma diferente, lo que ha provocado enfados entre hermanos o cofrades no hermanos, o en su defecto, sólo entre cofrades no hermanos, que pensaban que sería realmente una restauración y ha sido otra cosa.
Este tema lo he hablado con amigos y con otros cofrades, tanto en foros en Internet, como en la calle. En el año 2011, en el Foro hermano de GdP, "La Recogía", se creó un tema en el cual se debatía esto de que les hablo. Evidentemente, hubo diversidad de opiniones al respecto, y más a la pregunta que se formulaba en el título del tema, "¿es lícito, las remodelaciones? Hubo alguna opinión que apoyaba de este tipo de intervenciones, si era para mejorar la calidad de la talla y su belleza. Sin embargo, hubo más opiniones contrarias a esto, en las cuales se censuraba este tipo de iniciativas, y por consiguiente, la necesidad de conservar las imágenes por su valor artístico histórico, así como devocional.
Es verdad que hay escultores como Juan Manuel Miñarro que saben y hacen grandes restauraciones, pero no siempre ocurre esto entre los imagineros. Leí hace tiempo en uno de los tomos de la colección de "Arte y Artesanos de la Semana Santa de Sevilla" que sacó el diario "El Correo de Andalucía", allá por el año 2000; que un restaurador, además de saber de su trabajo, tienen la disciplina que no tienen los escultores-imagineros, para contenerse y no cambiar nada de la talla que le han traído.
He podido comprobar como algunos cofrades, que rigen los destinos de algunas de nuestras hermandades, han elegido como profesionales para llevar a cabo este tipo de intervenciones o procesos, a imagineros en vez de restauradores o talleres de restauración, y se lo han propuesto a los hermanos en Cabildos Generales, y esto a su vez, lo han aprobado. Les voy a decir un cosa sobre mí, yo soy un poco purista en este tipo de iniciativas, es decir, que para una restauración me gusta que sea el especialista o especialistas en la materia, lo que desarrollen y lleven a cabo el trabajo, en vez de un escultor-imaginero.
También, se ha dado el caso de llevar a "restaurar" una imagen a su propio autor, y pongo entre comillas restaurar, ya que ha sido una remodelación o reinterpretación de su propia obra, en una época distinta de la que la hizo. Esto se ha dado en alguna imagen de Málaga o de Huelva, o en la propia Granada, en la cual hay un ejemplo claro. La imagen de Jesús Despojado, imagen de Cristo realizada por el sevillano Manuel Ramos Corona, sufrió una "restauración" en el año 2011, aunque esta vez, no han sido grandes los cambios sufridos, como ha ocurrido en otros casos, cuando han sido imágenes de otros autores.
En cuanto a lo que comentaba, que dicha remodelación ha venido por parte de la Junta de Gobierno de paso, para imponer su gusto, pienso que no deberían hacer esto, si quieren restaurar a su titular, que sea un restaurador quién la realice. En cambio, si quieren una nueva imagen distinta de la que tienen, que planteen a los hermanos, un cambio y la realización de nueva talla, pero que no destrocen una obra de arte o devocional.
No obstante, parece que últimamente en cuanto sale una noticia de un escultor tal o cual, va a llevar a una restauración, se sabe qué va a ser más un retallado o repolícromado, o un proceso parecido, el que se va a llevar a cabo. Esto, por supuesto, no ocurre con todos los escultores que han restaurado, ya que hay profesionales que poseen esa disciplina que les hablaba más arriba, para no tocar ni realizar más de lo que deben hacer en una restauración. Además, hay escultores o imagineros que son también restauradores -y tienen el título de esto- y llevan a cabo un gran trabajo.
Por otro lado, la utilización por parte de los "oficiales" o miembros de las Juntas de Gobierno de nuestras corporaciones, deben ser más valientes en mostrar sus intenciones reales, ya sea que quieren realizar una remodelación. Puede ser que sea porque el "no" lo tienen asegurado por parte de sus hermanos. No obstante, pienso que en un mundo donde "casi" todos están comunicado con la red de redes -Internet-, no deben tener miedo. Sin embargo, y para acabar, quiero hacer mención que soy partidario de los restauradores -aunque después de una restauración salga a la luz la calidad de la imagen, algo que les mencionaba en un artículo anterior. Y si se plantea cambios, elijan mejor realizar una nueva imagen religiosa, antes de destrozar una obra de arte y devocional.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo