Cuando falta una semana
Pa' salir de romería...
El aire huele diferente. El Guadalquivir nos trae aromas de marismas y el aleteo de los vencejos anuncian que ya se acerca la hora marcada en rojo en nuestro calendario. Ese calendario que ha ido avanzando lentamente pero con paso firme como el de los bueyes que tiran de la carreta del Simpecado.
Las casas son un revuelo de volantes salpicados de lunares y flores, como las que acompañan a los peregrinos durante el camino hasta la Reina marismeña. Un camino que ya está preparado para acoger las pisadas de aquéllos que van, por algún motivo u otro, de la mano del Pastorcito Divino apoyándose en la vara de promesas de la carreta. Una vara, que cuando llegue a la aldea estará rebosante de amor, de plegarias, de rezos, de gracias, en definitiva de fe.
Ella espera, como siempre. Sosteniendo entre sus brazos a su Bendito Hijo. Nos ofrece al Divino Pastor, centro de nuestra vida y esencia como cristianos.
Una semana...
Una semana resta para cumplir un año más con la tradición de caminar hasta Ti como agradecimiento por todo lo que nos das a diario.
Ya está todo preparado, el cohetero, el boyero, los arreos de los animales, la Hermandad..., preparémonos nosotros también, para vivir una romería en plenitud con María y su Hijo con un corazón abierto donde Ellos puedan entrar.
Raquel Medina Rodríguez
Recordatorio La Virgen del Rocío ha bajado de su camarín