Blas Jesús Muñoz. Uno de los grandes momentos (o tal vez el más grande) de 2015 ya ha llegado. La tarde-noche de este martes día 5 conducirá a Nuestra Señora de los Dolores Coronada hacia el primer templo de la diócesis, el cual de haya presto para recibir a la Santísima Virgen, donde la cobijará para la celebración del Triduo que conmemorará el cincuentenario de la Coronación Canónica.
Hasta llegar a la Catedral, la Virgen de los Dolores discurrirá por algunos de los puntos más emblemáticos de Córdoba, dando cuenta de un traslado tan solemne como simbólico, tal y como la ocasión lo merece. Una ocasión que, a su vez, se incardina en el ámbito de otra celebración relacionada como es la del Año Jubilar Mariano concedido a la corporación servita.
Acontecimientos que, a partir de esta noche, se vivirán en presente para acto seguido ser parte de la historia de una cofradía que la cuenta por siglos y que es la parte significante de un mes de Mayo de 2015 que pertenece, por derecho propio, a la Señora.
