Se afirma que cuando en España gobernaba un sistema, dicen que totalitario, las urnas eran meramente testimoniales. En esa misma época también se asegura, que eran nuestras cofradías las únicas instituciones en las que imperaba un sistema democrático. Algo de verdad hay en tales afirmaciones. También es cierto, que esas urnas cofrades, servían de instrumento para perpetuar como cabeza visible de una cofradía, a quienes gustaba la ostentación del poder. O sea, como reza el dicho latino 'nihil novum sub sole', o lo que es lo mismo, poco ha cambiado de antaño a hoy.
Hoy, cuando en España rige un sistema democrático, aunque algunos digan que no lo es, en nuestras cofradías, se dice, comienzan a verse actitudes más cercanas a la política que a la Iglesia, y como ya quedo escrito hace unas semanas, no se puede andar colocando velas a Dios y al diablo del poder. Pero está claro que el "si no estás conmigo, estás contra mí" es leyenda que debiera figurar en más de una heráldica cofrade, ahora precisamente que está en boga el diseño de escudos rimbombantes y sobrados de cuarteles y motivos.
Desde la autoridad eclesial se mira hacia otro lado, o bien, se cambian normas para inclinar la balanza hacía donde le interesa en cada momento. Muestra clara la de las últimas elecciones al máximo organismo cofrade local, Agrupación de Hermandades y Cofradías, donde quien gano en principio por varios votos de diferencia, eso sí, sin conseguir mayoría, luego fue derrotado por un pírrico voto, gracias a un criterio que desde Torrijos sacaron de la chistera.
Fue cuando se avaló la candidatura asamblearia en la que todos tendrían participación, ante la presidencialista que actuaba a criterio y golpe de timón de quien representaba a la institución durante cuatro años marcados por las zancadillas y obstáculos que unos, y otros se dedicaron a poner. Luego el carácter de consulta asambleario y participativo se ha ido esfumando, tanto que no se ha consultado a nadie para designar pregoneros ni titulares para presidir vía-crucis, sin que nadie diga esta boca es mía, ni tampoco, esto no es lo que se voto. Otra vez 'nihil novum sub sole'.
Las pasadas elecciones municipales presentan un amplio espectro de partidos e ideas en la casa grande de Capitulares. Muchas de pensamiento encontrado y contrario a los principios de la Iglesia, donde pertenecen nuestras cofradías, por lo que se avecinan tiempos aparentemente nada fáciles. Ya se está hablando sobre la subvención a las cofradías así como a su apoyo logístico (palcos, sillas, tráfico, etc). Sabedores del peso especifico de nuestras tradiciones en la sociedad y modus vivendi de la ciudad, estos nuevos demócratas amantes de la libertad, se colocan de perfil y aseguran que harán lo que digan sus bases en un sistema asambleario.
Al final entre unos y otros, asamblea va y asamblea viene, porque en estos casos lo que interesa, a tirios y troyanos, es nadar y guardar la ropa porqué las decisiones pueden ser dañinas para ambas partes. El negociar la subvención y demás cosas hasta ahora lógicas se puede convertir en algo tragicómico donde nuestras cofradías pueden ser las grandes perjudicadas.
Quintín García Roelas