Que nada te turbe que nada te espante, todo se pasa, solo Dios basta
Sta. Teresa de Jesús
Tenemos que remontarnos al año 1676 para comenzar la historia de la cofradía de Jesús Caído de Córdoba, Ya en el 1779, Jesús Caído, realiza estación de penitencia. Estas fechas aquí escritas sólo nos indican que es una hermandad muy antigua y que su devoción vine desde siglos atrás, pero si las ponemos en un contexto histórico como por ejemplo:
Guerra de Sucesión Española (1700-1714)Primer rey de la dinastía de los Borbones, Felipe V (1683-1746), la revolución francesa(1789),Guerras Napoleónicas(1792-1815) La primera constitución Española, La Pepa 1812, Revolución Industrial, El reinado de Alfonso XIII (1902-1931) ,La dictadura de Primo de Rivera, La Segunda República, La Guerra civil (1936/1939) La dictadura, la transición y monarquía( 1975), vemos que la hermandad y sus titulares han superado periodos muy duros de la historia y sin embargo su veneración continua intacta hasta nuestros días. Ha sido una veneración soberana del pueblo, pues no conozco que nadie haya obligado a ello durante esta larga historia.
El Caído y cualquier hermandad o imagen venerada tiene su espacio en una sociedad culta, educada, transigente y plural. Todos los actos que sean programados según ley en los espacios públicos tienen cabida si se desarrollan, en plena convivencia, civismo y libertad, como siempre ha de ser y más aún en una ciudad que presume de la convivencia de las tres culturas y que vivió una época esplendorosa cuando tres pueblos (cristiano, judío y musulmán) con sus religiones correspondientes convivían pacíficamente, ofreciendo al mundo ejemplo de tolerancia e inteligente civilización.
Las hermandades durante muchos siglos han convivido con la sociedad, han formado parte de ella, y no se han escandalizado por nada o por muy pocas cosas, pues las hermandades son del pueblo y para el pueblo, se nutren de él y ese enriquecimiento mutuo las hace subsistir y mantenerse vivas y actuales a los tiempos.
Es una pena que la mala intención y la incultura de un grupo de políticos este intentando enturbiar una convivencia pacífica en nombre del laicismo de las instituciones. En su nombre se están saltando algo tan esencial como el respeto hacia la libertad de los iguales y la libertad de culto. En nombre de este laicismo, están intentando sentar las bases, equivocas en mi opinión, de la provocación y la confrontación social, con el único fin de ganar un puñado de votos que les permita seguir ejerciendo el poder institucional, sin darse cuenta que en el seno de las hermandades conviven ideologías políticas, clases sociales, culturales y tendencias sexuales de muy diversa índole, que conviven en absoluta armonía. Dicho esto, tan solo les puedo decir a esta corporación de gobierno municipal y a alguna junta de gobierno de alguna hermandad, pues en esto de la política, la improvisación y el deseo de poder se salvan tan solo unos pocos, que
Cuidado a quien pisas para subir, porque quizás te lo encuentres al bajar...
Manuel Orozco
Recordatorio De trama simple: Arpilleras de la antigua escuela