Blas Jesús Muñoz. Lo cantaba La Unión hace tanto que ya no recuerdo la fecha exacta. Pero el falso amor es característico de estos tiempos que ya no saben de amores o, si los tienen, son más débiles. Y eso ha comenzado a pasar en el ayuntamiento, donde quienes tanto se querían han descubierto la indiferencia -con nombre de mujer-, en forma de abstención.
Para ponerles en antecedentes, el Partido Socialista en su ambigüedad estudiada se ha abstenido en una vocación sobre un texto político presentado por el Partido Popular, acerca de la postura del Consistorio en relación a la unidad del Estado español frente al proceso que está acometiendo en Cataluña. Y, mientras Izquierda Unida y Ganemos votaban en contra de la moción de los Populares.
IU y la filial de Podemos se han visto por vez primera abandonados por el partido de Ambrosio y las preguntas fluyen, al pensar si esta será la primera discrepancia de muchas o si para llegar a acuerdos con las cofradías, el PSOE habrá de cambiar de socios.
Sea como fuere, nada hace pensar que las dos formaciones antedichas vayan a facilitar un acuerdo para que, al menos, las relaciones ayuntamiento-hermandades continúen como estaban antes de su llegada al poder. Lo que habrá que ver es si el Partido Socialista es capaz de hacer algo más que abstenerse que, en definitiva, se trata de una omisión.