Blas Jesús Muñoz. Tal vez, los acontecimientos no desmienten lo que somos, o lo que son, caínes en una ciudad en que los Ángeles propiciatorios somos los cofrades. Una ciudad que desprecia sus símbolos con la impunidad del ignorante. Aun recuerdo cuando Antonio Martínez Ares cantaba a la Virgen del Rosario, o de la Palma, o al Nazareno, sin dolerle una sola prenda de las que acarician ideología y creencia.
Aquello es Cádiz, lo otro Sevilla y lo demás es cualquier ciudad donde se venere a una Patrona como merece. Pues más allá de las apreciaciones políticas se halla la religión mayoritaria, la cultura, la tradición o, quién sabe, si la formación de un barrio en el que Ella estaba antes de que el mismo tuviese carta de naturaleza.
Mañana, hoy, estaremos allí. Veremos al maestro Romero despedirse de los martillos ante el paso de la Patrona, de las Hermandades y de la ciudad. Y veremos a los cofrades dar testimonio de su compromiso consigo mismos. será 6, mas no importa porque es el día de la Fuensanta, sea cual fuere. El día en que la parte mayoritaria de la ciudad dará cuenta de su forma de entender la fe, en torno a la Virgen, siempre bendita, siempre Santísima.
Eso es algo que no entienden o no quieren entender o tienden a desentenderse quienes enarbolan bandera que no se sabe muy bien a qué responden ¿Qué defienden? Si ni tan siquiera poseen el don de distinguir entre términos tan simples como aconfesionalidad o laicidad ¿De qué distrito de La Habana son para anteponer un espectáculo como el "Papito Cuban Show"? Algunos hablaron en su día de revolución y el único socialismo que conocían era el de Fidel Castro.
Sin embargo ellos me son indiferentes, cuando ni siquiera honramos a nuestros patronos. De no ser por la Hermandad de la Misericordia qué sería de San Asciclo y Santa Victoria (algún iluminado diría que un colegio). San Rafael eran peroles hasta que las redes se alzaron en defensa de su símbolo. No olvidemos que mañana, que hoy, no vamos a una procesión cualquiera. Vamos a rendir homenaje a la Madre de Dios, en la que creemos, a la vecina más antigua de la Fuensanta y, no lo pasen por alto, a defender nuestras cofradías.
Recordatorio Enfoque: Un llamamiento a los cofrades
