Blas Jesús Muñoz. La figura del diseñador Rafael de Rueda ha ido creciendo exponencialmente a lo largo de los años. Desde sus primeros diseños en la capital cordobesa (donde se hayan joyas como la saga de María Santísima de la Caridad), hasta los actuales (donde ha encontrado puntos culminantes en hermandades como la Macarena), la dimensión de De Rueda ha ido en aumento.
Estos días se ha culminado el manto para la Virgen de la Victoria de la Hermandad hispalense de Las Cigarreras. Una obra que recuerda al original y que da perfecta cuenta de la técnica que Rafael De Rueda es capaz de aplicar como nadie al mundo de las cofradías. De hecho, la misma ha sido reconocida y premiada recientemente.
Gracias a su labor se han podido restaurar y recuperar piezas de incalculable valor patrimonial que, de no haber aplicado las nuevas técnicas, habrían acabado por perderse. Por ello podemos hablar de revolución en la concepción de la conservación del patrimonio cofrade y, en consecuencia, hablar de revolución. Sin olvidar que, en su faceta más creativa, Rafael de Rueda es ya un icono y todo un referente.