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domingo, 4 de octubre de 2015

El viejo costal: La cruda realidad, que no le gusta a nadie…


D. Juan Eslava Galán, filosofo y filólogo andaluz, natural de Arjona, escribió un curioso libro titulado “Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie”, y es que su entretenido libro, refleja sin señalar ni a uno u otro bando, la cruda realidad de una guerra fraticida y homicida, sin señalar ni a buenos ni a malos, por esto ni a los de un bando, ni a los del otro le gustó esta historia. Historia que solo es reflejo de la cruda realidad vivida en esa España.

Las verdades muchas de las veces quedan cubiertas por tenues cortinas, por palabras o determinaciones, la historia decía Winston Churchill, la escriben los vencedores, con más o menos razón. La historia es solo una verdad a medias, y nunca el reflejo de la realidad, solo se ve lo que vemos, y muchas veces esa realidad, que es la que vemos, no le gusta a nadie.

Vivimos en un momento crítico para las Hermandades de nuestra ciudad, vivimos en un momento crítico para los políticos de nuestras ciudades, los primeros por el distanciamiento y la laicidad que en la actualidad se lleva, los segundos por la laicidad y el distanciamiento que en la actualidad se lleva.

Nos vemos obligados a vivir en una sociedad laica, que es lo que ahora se lleva, y debemos de enterrar las costumbres de nuestros mayores, perder el carismático cariño a nuestros venerados titulares, y evitar exteriorizar, de alguna manera, nuestra particular “pasión” por estas cosas, que es lo que ahora no se lleva.

Pero a pesar de la laicidad existente, al hilo de esta moda, y al menos bajo mi parecer, creo que en este año y el pasado, hemos exteriorizado más que nunca en las calles de nuestra ciudad, bajo la forma de Magnas, Salidas Extraordinarias, aparte de las ordinarias, de Vía Crucis, Estación de Penitencia. Yo me atrevería a decir que el último medio siglo (que es la edad de mis recuerdos, yo tengo bastante más), no creo equivocarme, nunca hubo, tantas Magnas en Andalucía, ni tantas Salidas Extraordinarias.

Esto es lo que lo que los laicos ven, nuestras cosas en las calles, que las que se hacen de puertas hacia dentro, no se ven, no se ven las obras sociales, las de caridad, no se ven las ayudas a los que la necesitan, por esto en estos últimos tiempos, solo ven que los cofrades ocupan calles, dentro de poco, cada día de la semana con los ensayos de costaleros, y eso no se lleva, lo que se lleva es la ocupación por motivos políticos, sindicales, en defensa de tal o cual animal, al fin y al cabo por motivos laicos, que son los que se llevan.

Sabemos que estas modas pasan, ¿recordáis la crisis de los 75-85?, no había cofrades, no había costaleros, no había político alguno que quisiera acercarse a nuestras cosas, salvo unos pocos, de arraigada tradición, eso es lo que se llevaba en aquellas fechas, afortunadamente, las modas cambian y evolucionan, dejando atrás la necedad de algún político en no apoyar de forma alguna las manifestaciones religiosas populares, y ver como este mismo político, de forma furtiva presenciaba el paso de alguna cofradía, es que en esa fecha esto no se llevaba.

Pero ahora lo que debemos de atender con muchísima atención, es la venidera falta prevista de costaleros, nuestros pasos de los 70 calzaban 35 hombre los más, y hoy en día son de 50, que los recorridos han pasado del camino más corto a la carrera oficial y regreso por el más corto, a necesariamente ir a la catedral, mal rodeada de fáciles accesos, algunos de estos pasos grandes necesitaran de dos o tres cuadrillas de 100 a 150 hombres. En los 70, con 35 hombres abigarrados resolvías una salida, hoy apenas te dan para una levantá.

Las cuadrillas y los capataces no pueden ir de un paso a otro, como se hacía antiguamente, ya que las condiciones de los pasos han cambiado, los recorridos también. La potencia es la que es, y las ganas y la pasión se pierden con el dolor, os lo puedo asegurar, padecer por un titular, ahora no se lleva.

Las Juntas de Gobierno preocupadas de este laicismo que se está acercando y que ya casi nos rodea en muchos aspectos de nuestro hábitat, no se llevan, ahora solo se dedican con tremenda determinación al cambio de capataces, por el cambio, al cambio de banda, por el cambio, al cambio del estilo por el cambio, y tanto cambio, no les deja ver que el problema que les viene, es grande, y no piensan que llegado el momento deberán aportar de la nomina de hermanos a 40 o 50 hombres que les falte al capataz, (ya que quieren que los costaleros sean hermanos, han de ser ellos los responsables de proveerlos ¿no?, esto no se va a llevar).

Muy pocas Juntas han denotado una previsión sobre este asunto, cuidando de sus cosas de forma coherente, anticipándose a su tiempo y sus problemas, cuidando de la selección de capataz, y dando el cariño necesario a sus cuadrillas de costaleros. Dando la importancia suprema a la capacidad del capataz, de infundir el amor hacia los titulares a sus costaleros, el dolor es uno de los males que se tapa con el amor, os lo puedo asegurar, y esto ahora no se lleva.

Ahora el trabajo del hermano costalero, ha de centrarse muy mucho, en sus iguales, hay que enseñar desde la veteranía, a los que nuevos llegan, que las modas pasan, la laicidad prescribe, lo hemos visto durante decenas de siglos.

Que debemos estar atentos a las cosas que no se ven, esto no se lleva, por que muchas veces son tan o más importantes que las que se ven, ¿lo vas viendo?, y esto, esto no le va a gustar a nadie.

Que los componentes de las nuevas Juntas de Gobierno, han de prever con anticipación, lo venidero, las necesidad de su casa, ahora nada más llegar dejan patente su aterrizaje. Como en la actualidad se lleva, cambio del capataz, cambio de la banda,  cambio de estilo, y un millón de promesas imposibles. Deberemos de estar todos pendientes a lo que ahora se lleva, y esto, esto no le va a gustar a nadie.


Antonio Alcántara













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