Antonio Rendón. La comunidad sevillana de los carmelitas descalzos de la Iglesia del Santo Ángel ya tiene a su Virgen del Carmen Coronada, la que preside en el retablo mayor de su Iglesia. Ante un imponente altar instalado por los Hermanos de la Hermandad de la Estrella del barrio sevillano de Triana, estaba la Virgen situada a los pies del presbiterio en un altar donde destacaba el techo del palio de la Virgen de la Estrella por el famoso bordador sevillano Juan Manuel Rodríguez Ojeda.
El arzobispo de Sevilla presidió la ceremonia y coronó a la Santísima Virgen en presencia del prior de la comunidad del Santo Ángel Francisco Javier Jaén y el comisario del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa de Jesús y de los actos de coronación, Fray Juan Dobado.
La corona la realizó Sergio Cornejo de estilo rococó muy acorde con la Virgen del Carmen del escultor sevillano Cristóbal Ramos, Siglo XVIII, sobre una idea de Juan Dobado, con ángeles de marfil de Isabel Sola, que protagonizó la coronación de este año teresiano. La Virgen del Carmen fue coronada ante cientos de fieles y devotos que aguardaban tanto en el propio templo como en las inmediaciones de dicha Iglesia en la calle Rioja, donde se instaló una gran pantalla para seguir la misa estacional.
La Virgen del Carmen no pertenece ninguna hermandad sevillana y se pudo comprobar la gran devoción de la que ya es la primera Virgen del Carmen coronada en la Archidiócesis hispalense.
El acompañamiento musical de la ceremonia corrió a cargo de la Coral San Felipe Neri, solista y orquesta, bajo la dirección de Juan Barahona Rosales.
Como padrino de la Coronación estuvieron los hermanos mayores o sus representante de las Hermandades de la Estrella, los Gitanos Montserrat y de la propia comunidad del Carmen del Santo Ángel.
Por parte del consejo de Cofradía de Sevilla estuvieron el presidente Carlos Bourrellier Pérez y varios de sus consejeros. Las autoridades municipales estuvieron encabezada por Miguel Bazaga Gómez director de Fiesta Mayores, por parte de la oposición, Juan Ignacio Zoido.
Fotos Antonio Rendón Domínguez