Con la misma ilusión con la que duermen los niños la Noche de Reyes, lo hacen muchos capillitas y cofrades esta noche. Y es que, aunque los sones de las bandas siguen siendo de villancicos o de música popular, a más de uno se le ha ido un izquierdo viendo la cabalgata, y a otros muchos se les ha escapado una sonrisa picará al verle la espalda al rey Baltasar.
Otros, tras ver a sus majestades, han corrido a buscar su hatillo, ese que está en el armario o en ese cajón que huele a incienso, ese donde se guardan los aperos de faena, ese que es como un santuario pero que nunca se sabe exactamente dónde se encuentra si no le preguntamos a nuestras madres o nuestras esposas. Los hay que habrán corrido tanto a buscarlo, que ni han mirado los regalos posibles que sus Majestades de Oriente hubieran dejado a los pies del nacimiento o del árbol. Los habrá también, que nada más llegar a casa corran a ver si les han traído costal, zapatillas y faja nueva. Otros no los buscarán porque no los han pedido, aunque tendrían que haberlo hecho, pues no han entendido aún que los tiempos cambian y las ropas mejoran, y con buenas ropas se recogen mejor los kilos.
En fin, que los abra de todos los gustos y colores, pero todos estarán de acuerdo en que el cosquilleo empieza a pasar factura. Y es que en tan sólo unos días comienza nuestra agenda cofrade, la nuestra, la de los costales y los kilos, las de noches de frio, las de compañerismo, las de trasnochar entre hermanos.
En tan solo unos días, cual cascada, irán llegando las diferentes igualás y los primeros ensayos e igual que hay niños que se ilusionan con la vuelta al cole, más de uno andará nerviosito por estrenar material, algunos llamador, otros trabajadera e incluso hermandad. El caso es que, en esta noche de magia todo es posible, y en este 2016 todo puede ser, mas aun después de lo visto en el 15. Y es que se presenta un año entretenido, entre podemitas, anticlericales, fans y fanáticos de la Mezquita, defensores de la Catedral, políticos, ateos, friquis, mayorías, minorías, pactos, acuerdos, ratificaciones y despidos, puerta o no puerta, sobrados y escasos, no me dirán que no pinta entretenido el año, si hasta es posible al final de temporada echen de menos a Rafa Benítez en el Madrid...
Lo malo de esta noche mágica, es que hay veces, que aunque sus majestades traen los juguetes que hemos pedido, estos vienen sin instrucciones, y algunos son bastante complicados de montar, costosos de mantener y difíciles de manejar. En fin, el tiempo dirá y dictará sentencia, ahora bastante tenemos con alegrarnos del inicio de la normalidad y del nuevo curso costaleril. Ese que tanto nuevo nos trae, ese que tantos reencuentros provoca, ese que tanto nos llena y tanto nos gusta, pues ni el trasnochar, ni el frío, ni el cansancio, ni nuestras familias, ni nuestras pacientes mujeres, pueden contra esta bendita adicción.