Blas Jesús Muñoz. Resulta llamativo ver al Primer Teniente de Alcalde de la ciudad vestido de traje, quizá huyendo de los looks agresivos, de boca de metro, de los nuevos diputados y así diferenciar su concepto ideológico de ellos que ya tienen más votos y menos tapujos, aunque dudo que se expresen mejor que él, quien ya de suyo sesea demasiado y en sus declaraciones tiene silencios que, a buen seguro, no buscan el gesto dramático y van mas en la línea del Pensador de Rodin. No por reflexivo y, tal vez, porque dé la extraña sensación de que se queda en blanco.
Por otro lado, su aventura trajeado en Fitur se deba a su pasado cofrade, costalero. Como cualquiera del mundillo sabe, el ceremonial implica el terno de gala y, en este caso, el acto aunque breve presentaba la Semana Santa. Y, para mayor honra, con el cartel que ilumina la Virgen de la Caridad, la Titular Mariana de la cofradía en la que él salió de costalero.
La justicia poética tiene guiños que superan a la ficción, pero no hace milagros. De tal modo que al Presidente de la Agrupación de Cofradías le dejaron diez minutitos para condensar la Semana Santa. La misma que tiene azahar, aunque esta flor solo interese si se puede convertir en una fiesta laica porque en el laicismo parecen haber descubierto la panacea y la cura de diez enfermedades.
Laicismo igual a tontuna. Ese podría haber sido el titular de este enfoque. Bautizos civiles, comuniones civiles, confirmaciones civiles, navidades civiles y, ahora, Semana Santa Civil. Para no gustarle el sacramento y las celebraciones religiosas, la fiesta no parece que les desagrada. Hasta la de Fitur.