El pueblo vuelve a estar tranquilo. Atrás quedaron los días donde el bullicio incontrolado había tomado sus calles y plazas. Todo vuelve a la normalidad. Solo algunas señoras y señoritas caminan presurosas, buscando en los comercios, alguna oportunidad, para comprar a buen precio en las llamadas rebajas de enero. Cosa u objeto que quedará en el olvido, eso sí, habiendo servido previamente como un trofeo obtenido en este periodo de gangas, fruto de esta sociedad de consumo.
Atrás quedaron las Navidades, aunque los ignotos no sepan que están acaban precisamente hoy, festividad del Bautismo de Jesús. Para muchos terminaron con los Reyes Magos que siguen llegando desde Oriente, aunque para algunos sectarios y poco amantes de las libertades, solo son un invento que embota las mentes de los más pequeños en un adoctrinamiento cristiano-fascista. ¡Qué ilusos! Con su cerrazón son incapaces de ver más allá de su limitado pensamiento, enemigo de las tradiciones más enraizadas en la cultura de una civilización como la nuestra.
Por este pueblo, legatario de variadas culturas, también pasó la sin razón de negar a los magos del Oriente su paso por él. Un oportuno, o inoportuno según se mire, chaparrón fue motivo para descabezar el cortejo real por las calles para el regocijo de los más pequeños. El bi-tri-partito que nos gobierna, en un claro pacto de perdedores, ansiosos de una revancha trasnochada, dejó a Córdoba sin cabalgata, demostrando una capacidad nula para gestionar ante una eventualidad nada esperada.
Pasó la tormenta. Al menos de forma aparente. Ellos seguirán desgobernando, para mal de la ciudad, haciendo continuos guiños a sus votantes de similar cortedad de mente. A los cofrades ya han enseñado la patita con el tema de la segunda puerta de la Catedral, antigua mezquita, primitiva basílica de San Vicente. Mucho me temo que la unánime decisión de ir todas las entidades cofrades a la Catedral, tendrá su acuse de recibo por parte de los ediles de color encarnado. Tampoco les pasará desapercibido la solidaridad mostrada por muchas cofradías con organismos a los que, de forma arbitraria y partidista, se le han retirado cualquier tipo de ayuda económica municipal, caso de la Fundación Bangassou. Mucho me temo, quiera Dios que me equivoque, que la tienen guardada y tarde o temprano, harán pagar la osadía de dejarlos en evidencia.
Al quedarnos sin cabalgata, no le hemos visto la trasera a Baltasar. Los cofrades nos hemos visto de buenas a primeras inmersos en la dinámica previa a la Semana Santa, este año más cerca que nunca. Las llamadas castizamente igualás de costaleros, ya han comenzado. Con alguna sorpresa, como la dimisión de un veterano capataz antes de tomar posesión, y el nombramiento para desempeñar el cargo de un dimiso previo en su equipo de auxiliares. Rocambolesco pero real.
Pronto comenzaran los cultos cuaresmales. También los ensayos de costaleros y los certámenes o conciertos de marchas procesionales, fundamentalmente de cornetas, tambores y agrupaciones. Los días de vísperas se volverán un año más, quiera el Señor que sean muchos más, a ser vividos con intensidad. Eso sí, que los tahures del Misisipi no saquen el as que guardan en la manga para hacernos, Dios no lo permita, más dura la Cuaresma y Semana Santa.
Quintín García Roelas
Recordatorio La Feria de los Discretos: Solidaridad cofrade