Juan Antonio Martínez. Esta semana casi no llegamos a dar los premios simbólicos de Gente de Paz a los que se han lucido en el mejor o en el peor sentido. Pero hemos llegado y eso que el carbón estaba claro desde el martes pasado, aunque alguno más se ha querido subir al carro de la cabalgata.
Incienso. Buen perfume se merece la gestora de la hermandad del Amor que ha estado rápida y no ha dejado que se especule. Se le fue uno de los capataces y pusieron a otro rápido que según me cuentan ha caído bien a la cuadrilla. Buen trabajo.
Carbón. Ni la alcalda ni su alcaldo se van a ganar la vida organizando eventos después de ver el espectáculo de la suspensión. Y eso que los reyes magos no iban en pijama como en la de Madrid. Pero como a ellos les ha caído más carbón del que se esperaban, también sobra para un capataz que dijo que se retiraba, volvió y vuelve a dimitir como hizo el año pasado. Una vez es casualidad y dos seguidas es sospechoso.
