Hace unos días vi una fotografía que para mí es bastante significativa, tres antiguos Hermanos Mayores de una hermandad sevillana, juntos y ataviados dos de ellos con dalmáticas, mientras que el otro con roquete. Seguro que han visto esa imagen en cualquier medio de información cofrade de la Semana Santa de dicha ciudad, y que han venido, con ese simple gesto, a dar el mensaje que ellos están en su hermandad para lo que necesiten, hasta para coger un cirial o un incensario.
Es un gesto que les honra, y demuestra que un hermano cuando deja de ser Hermano Mayor o miembro de la Junta de Gobierno de su hermandad, debe volver a su sitio, o ayudar en lo que necesite a su hermandad, sin recibir nada a cambio, ni un puesto en una hipotética ante-presidencia, hechos que he visto en algún lugar, y que realmente no me ha gustado.
Les voy a contar una pequeña historia. Un Hermano Mayor que ha dejado a serlo, después de unos años, lo normal es que vuelva a su puesto, como hermano nazareno, costalero, etc., -si puede seguir haciendo estación de penitencia de esa manera, por temas de edad-, y no estar presente en una ante-presidencia de su cofradía en el cortejo procesional, sin haber sido invitado previamente por la hermandad, sino más bien por decreto por ser quién ha sido durante bastantes años. Esto lo he visto en la hermandad de alguna localidad o pueblo, no lo he visto en las capitales o ciudades más grandes, y pienso que esto no ocurre en estos últimos, que he comentado.
Y más me sorprende cuando a algunos de ellos parece que se le debe bailar "el agua" siempre, por parte de aquellos que rigen los destinos de la hermandad por un el período establecido en sus reglas. Sería como una especie de "cortijo cofrade", que si ellos dicen algo, se debe hacer por decreto. Si lo por lo menos, ayudarán a la hermandad. En verdad, algunos sí lo hace, aunque otros no. Posiblemente, como dice el dicho "el que no tiene padrino, no se bautiza", por esto, creo que algunos de los que están en este momento y les deja hacer todo esto a los anteriores hermanos mayores o miembros de junta de gobierno que lo han sido, sea porque estos últimos entraron así, por enchufe o por confiar en ellos en un determinado momento, y para pagarle dicho favor, hacen esto. Realmente no lo sé, pero son hechos que no me gustan, y creo que no son beneficiosos para nuestra Semana Santa en general.
Esa fotografía la vi, no sólo bastante significativa, sino también como algo demostrativo de lo que un hermano o cofrade, que han ostentado el máximo cargo de una junta de gobierno de una corporación, debe hacer, justo después de dejar de dicho cargo, que es ser uno más en su hermandad, de mostrarse disponibles para ella, en todo lo que él pueda aportar y su corporación necesite. Los tiempos cambian y deben cambiar a mejor, en nuestra Semana Santa, y con gestos como el de dicha fotografía, son necesarios, más que nunca. Si se diera el caso, que alguna vez llegará a ser Hermano Mayor o cualquier cargo de la junta de gobierno de una hermandad a la que pertenezco o vaya a pertenecer, haría lo mismo, mi sitio y mi tiempo ha pasado, después de dejar el cargo, pero ayudaría en lo que ellos me necesitarán.
Juan Evaristo Callejas Jerónimo