Blas J. Muñoz. Noche de jueves. La Semana Santa, su Domingo
de Ramos, se halla cada vez más cerca y los preparativos, cultos y
actos se van condenando en estos días. El viernes trae consigo la
presentación de la nueva túnica, del Señor de las Penas o el primer
avance de la consecución definitiva del palio de la Reina de los
Ángeles. Pero antes, esa noche, los costaleros recuperan la mecánica de
su antiguo oficio.
El palio de la Caridad ensaya por San Pablo y, en la
memoria, queda el poso de los años en que restauraron San Andrés y la
cofradía salía de la conceptual paulina. Pero, por Claudio Marcelo -la
calle Nueva- la Hermandad de la Entrada Triunfal camina con sus dos
pasos camino de la Catedral, como un anticipo de la primera cofradía en
hacer carrera oficial.
Las figuras que componen el misterio que acompaña la
Entrada en Jerusalén de Jesús de los Reyes están cubiertas y el capataz
da las órdenes. Tras de sí, el palio de Nuestra Señora de la Palma
también aparece cubierto, mientras Antonio Jesús Ortega pule los
detalles que habrán de brillar el Domingo de Ramos.
La próxima vez que discurran por este enclave, la
arquitectura será distinta, la gente se agolpará para ver nacer la
conmemoración de la Semana en que ocurrió todo y el sentido de los pasos
será a la inversa. La primera ya ha pasado, los días que tanto se
esperan ya están llamando a las puertas de Jerusalén.
Fotos: Cabildo de Onda Mezquita