Blas J. Muñoz. La Cuaresma ha dejado momentos de gran incertidumbre de cara a resolver el tiempo de paso de algunas cofradías camino del primer templo de la diócesis que, en la Semana Santa de 2016, marcará indiscutiblemente el reloj de las hermandades de la capital.
Si bien las jornadas de Martes y Viernes Santo no presentan novedades puesto que durante los últimos años todas realizan estación de penitencia en el interior de la Catedral, la prueba para el conjunto de corporaciones de Domingo de Ramos, Lunes, Miércoles y Jueves Santo es formidable.
A excepción de la jornada inaugural donde sí se accederá a las arquerías de la antigua Basílica de San Vicente, las tres restantes contarán con la ventaja -a nivel de reducir tiempo de paso- de transitar exclusivamente por el Patio de los Naranjos. Hecho que falicita, a priori, la rapidez de los distintos cortejos.
El Domingo de Ramos es distinto puesto que, al acceder al interior del recinto catedralicio, los tiempos resultan mucho más ajustados. Tanto es así que una de las hermandades de la jornada habría realizado algún ensayo de su paso de palio cronometrando parte del mismo. De las conclusiones que se habrían obtenido de la prueba sobresaldria el hecho de que la cuadrilla en cuestión vería incrementada considerablemente tanto la zancada como la frecuencia de si paso. En cuatro días, si el tiempo lo permite, tendremos la respuesta.
