Blas J. Muñoz. Hay preguntas difíciles de responder por más que se conozca la respuesta. Nadie imagina -y alguna declaración ha ayudado- que a los concejales de Ganemos Córdoba los en vuelva la pasión por la Semana Santa (con la palabra pasión se podrían realizar varios juegos de palabras y publicaciones). Como tampoco suponemos que exista un amor secreto por las cofradías, más allá de aprovechar y cobrar la famosa tasa.
Lo que sí intuimos es que la parte socialista del acuerdo de gobernabilidad a tres bandas y bipartito en lo formal, más allá de lo que se firmó en la Sociedad de Plateros y que contradice la nueva actitud, parece haber encontrado en la vía del acercamiento a las hermandades un nuevo camino de bienvenida.
David Luque daba la última muestra del mismo este pasado día 4 de abril cuando no se mostraba contrario (no es un sí, pero tampoco un no), al traslado de la carrera oficial al entorno de la Catedral. Eso sí, pidió que, de producirse, se realice con el tiempo suficiente para que se puedan adecuar infraestructuras y demás aspectos. Y, para más reafirmación, lo hizo en un foro sobre la "nueva" Semana Santa y delante tanto del Presidente de la Agrupación y del pregonero (recuerden el artículo sobre su no aplauso).
Lo que opinen al respecto Ganemos e Izquierda Unida será fundamental en esta cuestión. Sin embargo, imprescindible será primero que los hermanos mayores aprueben un traslado que cobra los visos de última oportunidad.