Blas J. Muñoz. Hay gestos que te atrapan y te vencen para siempre. Imágenes que se guardan más allá de las retina para cobijarse en un rincón de la memoria vívida de lo que se vivió y frase que, por su singularidad o su significado, se sostienen en el tiempo para ser recordadas en el momento oportuno en el que hacen falta para obtener consuelo o, sencillamente, reconfortarse.
El agradecimiento nunca es un formulismo aprendido, cuando de cofradías se trata. Pues la base de las mismas, aquéllo que las dota de sentido son sus hermanos, quienes las llenan de vida en cada acto de las mismas. Así se lo mostrábamos recientemente con el ejemplo de las Angustias, mostrando su gratitud a los hermanos que participaban en la estación de penitencia el pasado e histórico Jueves Santo.
Del mismo modo, en la mañana de este domingo 17 y tras no poder salir a las calles de su feligresía en la jornada de ayer, la Hermandad del Remedio de Ánimas hacía público -vía redes sociales- el reconocimiento a los hermanos y fieles que "al acto que celebramos junto a nuestros Titulares, por el año Jubilar de la Misericordia, en nuestra Parroquia de San Lorenzo. Sin todos vosotros, no sería posible. Gracias". Una muestra inequívoca del apego y mimo con que la cofradía trata a su principal activo, sus hermanos.