Estamos acostumbrados a denominarles "niños especiales", porque creemos que son diferentes. Sin embargo, sí, sí son especiales, porque tienen una sensibilidad descomunal, no tienen la maldad de los niños de su edad.
Qué ejemplo nos ha dado la Hermandad de la Agonía, invitando a ese niño a ver la salida de su Titular desde el interior de la Santa Iglesia Catedral, ¿verdad? Qué gesto tan bonito tendrá lugar el próximo Martes Santo.
Pero yo me pregunto, ¿no podría ser Semana Santa, en el caso de este niño, durante todo el año? ¿No se podrían hacer más cosas?
No es primera vez que hablo sobre el tema de la solidaridad. No es la primera vez que digo que la Acción Social de una Hermandad no se debe reducir a la recogida de alimentos o material escolar. Hay asociaciones que necesitan de nuestra ayuda, llámese AECC, la Asociación de Niños Autistas o la Asociación de Síndrome de Ture, por ponerles ejemplos. Sé de algunos jóvenes que han ido a la planta de Oncología Infantil de nuestro hospital, ¿pero sólo un día?
Nosotros somos portadores de esperanza, porque vivimos en la esperanza de la Resurrección. Somos portadores de alegría, porque eso es la Virgen María.
Seamos fiel testigos de ese mensaje y dejemos a un lado nuestras vanalidades y dediquemos un ratito a aquéllos que necesitan de nuestra fuerza, nuestra esperanza y nuestra alegría.
Raquel Medina
Recordatorio Sendero de Sueños: ¡Y no dimite nadie!