Blas J. Muñoz. En apenas unos días las hermandades de la Estrella, Sagrada Cena o Agonía, entre otras, celebrarán sus respectivas Octavas de Corpus, llevando a Jesús Sacramentado a las calles de sus respectivos barrios, dando cuenta no sólo de su compromiso, sino del trabajo bien hecho y de cómo éste repercute en cada acto que organizan tales corporaciones.
Antes bien, en la jornada de este domingo día 29 un buen número de cofradías quisieron aportar su granito de arena en pos de embellecer aun más la procesión del Corpus en el entorno de la Catedral, edificado altares que dotarnos de mayor solemnidad, si cabe, la misma.
Dos hermandades, entre las muchas que participaron, llamaron la atención por el aspecto que lucían sus retablos efímeros. Una de las mismas era la Sentencia que, cada año, nos tiene acostumbrados a obras que hacen del cuidado de cada detalle una seña de identidad. Mientras que, por otra parte, la Hermandad del Amor nos dejaba un cambio sustancial en un altar digno de mención.
Así las cosas, la cofradía de San Nicolás disponía su altar en la puerta del Obispado de Córdoba (Torrijos 12), mientras que una representación de la Hermandad acudía a la solemne Eucaristía y posterior procesión con el Santísimo por las calles de la ciudad. Toda vez que en el mismo podíamos disfrutar de un magnífico Sine Labe al que rodeaba un exorno floral cuidado al detalle, banderola con los colores pontificios e inmaculistas... para dotarlo de un sentido y aspecto envidiables.
Por su parte, la Hermandad de Jesús Divino Obrero hacía lo propio, dotando su altar de con la significación y elementos consustanciales a esta celebración que, en palabras de la propia corporación, han tomado "como modelo los antiguos altares barrocos que se describen en obras importantes como la escrita por el presbítero Bartolomé Pérez en 1636, los Priostes diseñaron un retablo efímero para entronizar la bendita imagen de San José que se venera en la Parroquia. La elección de la imagen tampoco ha sido casual, viene impuesta por la vinculación histórica que tiene con la Hermandad. Se trata del mismo San José que se veneró en la antigua ermita de la Magdalena junto al Cristo del Amor y titular de la antigua cofradía del Santo Crucifijo y Señor San José".
Por su parte, la Hermandad de Jesús Divino Obrero hacía lo propio, dotando su altar de con la significación y elementos consustanciales a esta celebración que, en palabras de la propia corporación, han tomado "como modelo los antiguos altares barrocos que se describen en obras importantes como la escrita por el presbítero Bartolomé Pérez en 1636, los Priostes diseñaron un retablo efímero para entronizar la bendita imagen de San José que se venera en la Parroquia. La elección de la imagen tampoco ha sido casual, viene impuesta por la vinculación histórica que tiene con la Hermandad. Se trata del mismo San José que se veneró en la antigua ermita de la Magdalena junto al Cristo del Amor y titular de la antigua cofradía del Santo Crucifijo y Señor San José".
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