Blas J. Muñoz. Hay parroquias que actualizan el obsequio de la fe en sus cofradías. Hay templos "muy cofrades" que no solo albergan varias hermandades, sino que las mismas son el vehículo articulados de una forma -popular y trascendente- de entenderla como piedad popular y ese mismo Pueblo de Dios entiende, con la sencillez y complejidad de la devoción hacia una imagen sagrada, de forma natural el modo de expresarse.
Si pensamos en San Lorenzo, San Andrés o los Trinitarios, el primer reflejo nos transporta a Ánimas, Entrada Triunfal, Calvario, Villaviciosa, Esperanza, Buen Suceso, Rescatado o Cristo de Gracia. Y si pensamos en la Trinidad el pensamiento camina hacia Santa Faz, Vía Crucis o Perdón. Y, sin embargo, esta última guarda a su vez el tesoro infinito de un hermoso Crucificado.
La Fraternidad de la Providencia es uno de los valores devocionales de la Parroquia de la Trinidad como queda demostrado, cada mes, cuando la misma lleva a cabo su Misa mensual. Un sencillo acto que, no por ello deja de ser significado y necesario para mostrar que, en San Juan y Todos los Santos, existe un proyecto de vida que se renueva todos los meses.