Blas J. Muñoz. Sesenta y nueve votos a favor y cuatro abstenciones sitúan de nuevo, tras el mandado de Manuel Murillo, a Francisco Ruiz Abril al frente de la Hermandad del Resucitado, tras celebrarse las elecciones de la corporación de Santa Marina este pasado miércoles día 29.
Entre los proyectos con que Ruiz Abril afronta el mandato que ha de prolongarse hasta 2020 se halla la ejecución del nuevo paso de palio para la Virgen de la Alegría. Toda vez que el posible traslado de la carrera oficial al entorno de la Catedral ponía hace unas semanas al recién elegido Hermano Mayor en primera linea de actualidad.
Cabe recordar, en este sentido que la postura no permite equívocos ya que para él "cada una (cada hermandad) haga lo que crea conveniente y se sigan sumando como lo han hecho hasta ahora, pero no somos partidarios de llevar allí la carrera oficial por muchos motivos". Unas palabras que no se prestan a la especulación ya que, de cara a 2016, ya hubo dudas en el seno de la corporación de Santa Marina y ello tras el acuerdo de las cofradías en pleno y con su máximo responsable, Manuel Murillo, como miembro de la Junta de Gobierno de la Agrupación.
La posición de Ruiz Abril, por tanto, no es novedosa, si bien la expone sin ambages. Aduciendo entre las motivaciones que la impulsan "el hecho de que se alargaría el camino tres horas y llevamos muchos niños" -afirma, dejando entrever que este año ya ha causado problemas-. Prosigue señalando que también se posiciona en este sentido a causa de "los problemas de seguridad que acarrearía llevarlo allí y porque, en definitiva, en Córdoba no hay tradición como pueda haberla en otras ciudades".
Un posicionamiento sin ambages del que, ahora, sólo resta por ver si tras las elecciones continuará manteniéndolo o, por contra, rebajará sus pretensiones.