Esther Mª Ojeda. Al igual que ocurría en algunos templos de la ciudad tan solo unos días atrás, la antigua Hermandad de Nuestra Señora de Villaviciosa daba por concluido el curso pastoral en el día de ayer con la celebración de la típica eucaristía de acción de gracias en la Parroquia de San Lorenzo, en la que asimismo se conmemoraba la solemnidad de la Natividad del precursor de Cristo.
Bajo esa premisa, comenzaba a las 20 horas una íntima y fraternal ceremonia oficiada por D. Rafael Rabasco Ferreira – quien ostenta los cargos de Arcipreste del Casco Histórico de Córdoba, Párroco de San Lorenzo y Consiliario de la corporación – en la que los miembros tuvieron presente en sus oraciones a su recientemente fallecida hermana, Carmen Corrales de la Torre. Junto a su recuerdo, la eucaristía transcurrió también con la mente también puesta en un pasado que se caracterizó por la unión de la cofradía con la de San Juan de Letrán en el siglo XVI, la cual residió en San Lorenzo hasta finales del siglo XX.
La jornada en la popular iglesia siguió dando de sí con la posterior celebración anual de un Cabildo General Ordinario que consiguió congregar a todos sus miembros con el propósito de marcar las pautas a seguir en el día a día de la hermandad, la cual concluyó con la conformidad general para emprender el estudio y el consiguiente proceso de restauración de la talla de la Virgen de Villaviciosa.
