Antonio Rendón. La localidad sevillana de Castilleja de la Cuesta vivió una de las tarde noche de esos días para el recuerdo y que permanecerá a lo largo de los años en la memoria y es que el sueño de ver coronada a la Virgen de la Soledad de la Hermandad Sacramental de Santiago Apóstol se hizo realidad tras casi cinco años de preparativos desde el 25 de Septiembre de 2011 y durante la Eucaristía de Apertura presidida por el Arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo Pelegrina y celebrada en la Iglesia Parroquial Matriz de Santiago Apóstol.
A las siete y media de la tarde comenzó el gran momento con el traslado de la Virgen de la Soledad, sin corona pero en su palio, desde la parroquia de Santiago, hasta la plaza que lleva el mismo nombre. Tras la homilía, tuvo lugar el rito de Coronación y el Sr. Arzobispo impuso su presea “La Grandiosa” sobre la imagen de la Santísima Virgen y del que fueron testigos los padrinos de la Coronación, el Excmo. Sr. Director de Enseñanza del Mando de Personal del Ejercito del Aire, General Pablo José Castillo Bretón y la camarera de honor de la Hermandad Rosa Luque Tova.
La corona de la Virgen es conocida entre los devotos como “La Grandiosa”, sigue siendo la misma, fue la original obra de Fernando Marmolejo que la realizó en 1944. La mejora realizada para la Coronación Canónica y enriquecida, fue realizada por el orfebre cordobés Manuel Valera Pérez.
La misa Pontifical y el acto de Coronación estuvo armonizado por el Coro Litúrgico de Nuestra Señora de la Soledad
Entre los invitados a la celebración canónica estuvieron el presidente actual de la Diputación Provincial de Sevilla Fernando Rodríguez Villalobos, el Consejo General de Cofradía de Sevilla con su presidente Carlos Bourrellier Pérez y un nutrido de concejales, también estuvo el presidente de la institución del Círculo Mercantil e Industrial Praxédes Sánchez Vicente, entre otras personalidades de instituciones sevillana.
Más de 1.200 personas abarrotaron la Plaza de Santiago para vivir un acontecimiento que fue vivido con mucha devoción . El acto culminó con una gran procesión que se extendió hasta altas horas de la madrugada.