Gabriel Lozano. Este martes, la Parroquia de San Nicolás de Bari vivirá un acontecimiento, que por sabido no es menos esperado. Una página nueva del quehacer histórico de la Hermandad de la Candelaria tendrá lugar. Nuestra Señora del Subterráneo tras su restauración volverá a ocupar su sitio en el altar mayor, de la Iglesia del casco histórico de Sevilla.
El trabajo llevado a cabo en el taller del significado restaurador Don Pedro Manzano Beltrán, comenzó el pasado 12 de mayo con el traslado de la imagen, y ha consistido en varias actuaciones sobre la talla de madera policromada y estofada en oro, que sostiene al niño Jesús sobre su brazo derecho. Éstas han sido, tras un cuidadoso estudio científico: Una consolidación puntual en la zona de la peana afectada por fisuras; intervención en zonas podridas, eliminándolas y aplicación de un fungicida para evitar futuros daños; y una cuidadosa limpieza de la policromía con una posterior fijación y protección de ésta.
Nuestra Señora del Subterráneo seguirá escuchando, y atendiendo, los rezos y oraciones de sus devotos, una secular devoción que nos retrotrae a 1631 cuando se fundó la Hermandad Sacramental de San Nicolás de Bari, y que tuvo en los tiempos modernos, con su fusión con la Hermandad de la Candelaria en 1977, un hito histórico en su devenir.