Blas J. Muñoz. Hay fechas que, ya a priori, pueden marcar el inicio de un sueño, de una correlación de hechos importantes que en el futuro sean recordados con el poso que dejan los acontecimientos brillantes. Como lo fue en junio de 2015 la llegada de María Santísima de la Sierra a Córdoba para ser una de las protagonistas del Regina Mater.
Un protagonismo que, la Virgen milagrosa hizo brotar de los corazones de números fieles que, al conocerla supieron de inmediato que se hallaban ante algo muy especial. Desde su entrada en la ciudad entre una multitud como pocas veces ha visto Córdoba hasta su llegada a la Trinidad pasando por San Roque, la Virgen dejó estampas imborrables como la de los millares de devotos que quisieron estar en su Besamanos.
Cada recuerdo, cada noche que cambiaron a la Santísima Virgen mostrando su ajuar de siglos dejaron, muesca a muesca, un tesoro devocional que este martes día 28 de junio se conmemorará en su primer aniversario por medio de la celebración de la Santa Misa (20:30 horas) en San Juan y Todos los Santos.
Sin embargo, no será este el único punto de brillo de la noche puesto que, posteriormente, tendrá lugar una reunión en el Centro Parroquial para encauzar un posible grupo de fieles de Nuestra Señora de la Sierra en Córdoba. Nos hallamos ante la posibilidad del germen de una futura filial de la Archicofradía egabrense que, un año después de la visita de la Patrona de Cabra, continúa ofreciéndonos frutos maravillosos.
