Juan Pérez. Amanecía verano en Triana y el calor que trae la recién refundada Hermandad del Carmen Carmen de Santa Ana también se mezclaba con el de la víspera inmediata de la celebración de su templo. La Catedral de Triana esperaba la llegada del Arzobispo de Sevilla para abrir la Puerta Santa y comenzar el Año Jubilar de Santa Ana.
Un año para festejar 750 desde que San Fernando llegara a Triana y mandara edificar un templo que es patrimonio de los trianeros y al que sus hermandades van para rendir honores, con el respeto debido, a la matriz de matrices, a Anna Radix Uberrima. A la fe de un pueblo, no nos engañemos.
Hacía calor en Triana, dicen que al otro lado de la Calle Betis también, pero no importaba nada porque los fastos han comenzado. Ha llegado la hora de Triana y Sevilla se alegrará por ella y Santa Ana mirará desde los tejados a su gente, pronto, muy pronto, cuando las cornetas de las Tres Caídas llamen a la Madre de la Virgen y el verano prometa un otoño de alegrías y homenaje.
@JuanPerez_79
