Gabriel Lozano. En un lacónico comunicado, en redes sociales, la Hermandad de la Merced comunicaba esta semana que durante el mes de Julio se habían atendido a 105 personas, su Diputación de Caridad había repartido un total de 1.177 kg de alimentos.
Un logro sin duda, y una muestra más de cuanto es necesario el compromiso de las Hermandades y Cofradías en una sociedad deprimida social y económicamente. Acciones que desde la corporación de san Antonio de Padua no nacen de visceralidades e impulsos puntuales, sino que obedecen a un bien estudiado programa de las necesidades de unos vecinos y un barrio.
A éste respecto podríamos señalar, someramente, la recogida de material escolar "Por un aprendizaje sin ataduras", ya en su cuarto curso. O la Campaña de recogida de leche, que la hermandad ha realizado en las últimas semanas y meses.
Sin duda una cara de la Hermandad tal vez sin brillo, y fuera de los focos; pero no cabe duda que sumamente gratificante y que da sentido a una Fé cristiana, y un compromiso de los hermanos con la realidad que los circunda.