Hoy es un gran día para mí. Es un día que festejar el amor más puro e incondicional que existe. Hoy es el día de nuestra Bendita Madre.
En el día de hoy muchos estarán en Sevilla acompañando a la Virgen de los Reyes (no olviden pedirle los tres deseos) o bien en Cantillana viendo a la Asunción. Sin embargo, mi mente vuela a tierras marismeñas.
Vuela a pinares entre polvo. A arena seca de verano, alisada por los pies de los rocieros que caminamos a su vera cada 7 años por el camino de Los Llanos hasta el mismo Chaparral.
Sólo restan tres años para volver a vivir ese intenso momento de contemplarte por el camino como una peregrina más camino de tu casa. Tres años para volver a contemplarte más humana si cabe.
Tres años, Rocío. Sólo tres años para ir junto a Ti hasta tu pueblo, con tu gente. Tres años faltan para cambiar por completo la vida de una villa que se convertirá en una catedral efímera que nada tiene que envidiar a las que salen en los libros de arte. Tres años para Almonte se adorne con romero y flores hechas por los vecinos.
Tres años quedan para soñar con la luna agosteña que reflejará tu cara entre el polvo y el gentío.
Mi mente vuela hacia Ti. Vuela hacia Ti como cada día. Pero hoy es especial.
Raquel Medina