Guillermo Rodríguez. A medida que pasan las jornadas el periodo estival enfila su último tramo y en unas pocas semanas, cuando la cotidianidad retorne a nuestras existencias, muchos comenzarán a descontar las fechas que restan para que se aviste en el horizonte la mañana en la que Andalucía estrena. sonrisa y nos hallemos inmersos en plena Cuaresma.
Mucho antes de que la cercanía permita palpar con la punta de los dedos el aroma del incienso y la cera derretida, algunos de los héroes que hacen posible que el resto de la humanidad tenga la oportunidad de vivir la Semana más hermosa, merced a su ímprobo esfuerzo y su impagable constancia.
Es el caso de los músicos que aún en las fechas en las que nos encontramos, comienzan a reconquistar unas calles que se convierten en su feudo bajo la luna de otoño o el frío del invierno para forjar un pedacito más de la leyenda que los acompaña y que sustenta la realidad de nuestras bandas.
Una de ellas, la Banda de Cornetas y Tambores San Juan Evangelista de Triana, estrena su trabajo el próximo martes 23 de agosto con la mirada puesta en una nueva temporada plagada de desafíos entre los cuales se encuentra estrenarse en una Semana Santa tan exigente musicalmente hablando como la cordobesa, teniendo la enorme responsabilidad de hacer olvidar, tras el imponente misterio de Nuestro Padre Jesús de la Sangre de la Hermandad del Císter, a una de las formaciones con mayor prestigio de cuantas componen el panorama cofrade musical. Un desafío que a buen seguro será superado en base a una calidad incuestionable y una constancia que les ha permitido desde hace años dejar de ser una magnífica expectativa para convertirse en una de las grandes realidades de la música cofrade actual.
El próximo Martes Santo, toda Córdoba esperará con una expectación inusitada la salida de Jesús de la Sangre y que los sones de San Juan Evangelista comiencen a forjar con su inequívoco compás, una nueva historia conjunta, un nuevo proyecto común que depare al universo cofrade momentos para la memoria como lograron crear sus predecesores. San Juan Evangelista se dispone a iniciar un nuevo sendero de ilusiones que tendrá como horizonte un futuro inmediato plagado de éxitos y sueños cumplidos. ¡Que suene Triana... mientras Córdoba espera!
