Esther Mª Ojeda. Envueltos en plena vorágine derivada de momento del curso cofrade en el cual nos hallamos, en la Iglesia Conventual de San José, popularmente llamada de San Cayetano, comienzan a descontarse las jornadas con la mirada puesta en el próximo sábado 26 de noviembre fecha en la tendrá lugar la exaltación a Nuestra Señora del Carmen Coronada.
Recordemos que, tal y como adelantamos el pasado 28 de septiembre en Gente de Paz, tras las elecciones celebradas en el seno de la corporación lefítica de las que resultó reelegido en su cargo de Hermano Mayor Manuel Guzmán Roldán, la Junta de Gobierno tomó la decisión de confiar a su también hermano, Rafael Barón Jiménez, la emotiva tarea de exaltar las maravillas de Nuestra Señora del Carmen Coronada en la cita correspondiente a un año tan intenso como el que esta resultando ser el 2016 para toda la comunidad cofrade.
La determinación adoptada por la Junta de Gobierno de la popular cofradía de San Cayetano tuvo en cuenta la amplia trayectoria y el compromiso que Rafael Barón ha demostrado tener a lo largo del tiempo, habiendo desempeñado un papel enormemente activo en el día a día de la archicofradía además de haber sido el responsable de otras relevantes tareas ligadas, por ejemplo, al exorno floral - tanto en período de cultos como en la salida procesional, labor que ha desempeñado desde el año 2002 -, y el dorado de algunas obras entre las que destaca el camarín desde el que la Emperatriz Cordobesa preside majestuosa el Convento de San José.
Sin duda habrá sido una elección acertada que concluirá con una emotiva jornada en la que la Virgen del Carmen volverá a alzarse como protagonista indiscutible, rodeada por el calor y el cariño de los fieles que tan presente la tienen en su vida cotidiana.
