Carlos Gómez. Comienza paulatinamente a acortarse la longitud de los días a medida que se va aproximando el horizonte de la Navidad y con la llegada del frío, muchas cuadrillas comienzan a fijar en el calendario las fechas de sus igualás y los ensayos cuyo desarrollo deberá permitir la adecuada preparación para lograr el máximo esplendor, cuando la próxima Luna de Nisan luzca poderosa en el firmamento de Andalucía.
En los próximos días, dos de las cuadrillas más consolidadas de Córdoba, las que tienen la responsabilidad de portar sobre sus hombros a la Virgen de la Estrella y al Divino Redentor por las calles de la ciudad de San Rafael están citadas para iniciar su andadura. Una andadura que comenzará con una eucaristía muy especial prevista para este miércoles 16 de noviembre, en la Parroquia de San Fernando, con motivo de la celebración del XXX Aniversario de la Bendición de su bendita titular mariana.
Una jornada cargada de simbolismo que supondrá el auténtico pistoletazo de salida para un calendario que se prolongará el Domingo 20, con la celebración de la Eucaristía que con motivo de la festividad de Cristo Rey dedica la hermandad a su Titular, el Santísimo Ecce-Homo. Dos muestras inequívocas que evidencian la importancia capital que la hermandad otorga al aspecto cultual, para sus hermanos en general y para sus costaleros en particular, llamados a ser partícipes de esa parte sustancial de la cotidianidad de la hermandad. Posteriormente, el sábado 26 de Noviembre, tendrá lugar el tradicional “Perol de Convivencia” de ambas cuadrillas con la igualá del próximo 28 de Enero de 2017 en el horizonte, que servirá de frontera para un prometedor sendero cargado de metas y anhelos por cumplir.
Con la mirada puesta en el inicio de su particular curso cofrade, Rafael Giraldo Abad, máximo responsable de una de las cuadrillas que más elogios ha suscitado en los últimos años, se ha mostrado, en declaraciones concedidas a Gente de Paz, ilusionado ante la perspectiva de un nuevo comienzo que se presenta con motivaciones inéditas ya que "tras años de incertidumbre, por fin llega el gran momento de encontrarnos ante el Santísimo en el interior de la Santa Iglesia Catedral".
No en vano, Giraldo, que afronta el curso con la prudencia propia de quien se enfrenta a un nuevo desafío, afirma que "nos encontramos inmersos en la antesala de volver a entrar en la historia dentro de nuestra joven cuadrilla y esto es un momento que se vive con gran ilusión y sobre todo con muchísimo respeto". Una prudencia derivada de la complejidad de la Estación de Penitencia que le tocará afrontar el próximo Lunes Santo, "con un recorrido muy largo", pero que enfrenta con la seguridad de que sus hombres están preparados para superar el reto.
En este sentido, el capataz de la Estrella se muestra rotundo al asegurar que "como le digo a mi cuadrilla, ha llegado la hora de madurar y convertirnos en esa cuadrilla especial que llevamos años moldeando. Y para doctorarse en esta materia y en las condiciones que vamos a tener de trayecto, debemos de haber tenido un buen trabajo previo de formación, técnica, física y espiritual. No será fruto de la casualidad o de la suerte. Esta cuadrilla, que inició su andadura en 2009 bajo las órdenes del maestro Fernando Morillo ha trabajado muy duro para llegar aquí". Una seguridad en la que Giraldo profundiza al precisar que "es el momento y nuestro equipo de capataces tiene la confianza plena de este magnífico grupo de personas, que tenemos el honor de guiar. Sin lugar a duda, estarán a la altura de la responsabilidad que implica llevar a la Estrella.".
Toda una declaración de intenciones que materializa la confianza en un equipo humano que se ha ido configurando a través del trabajo constante y el esfuerzo colectivo y que pronostica un futuro inmediato cargado de éxitos y de sueños cumplidos.
Foto Fran Ureña