Antonio Castro. Comenzaba la jornada con un estupendo día soleado en el Santuario de la Jara con el rezo del Santo Rosario y con confesiones de devotos de la Virgen de Luna a los pies del Santuario. Al finalizar el rosario salió la imagen de su Ermita, donde se encamino hasta la misa de campaña dentro del recinto del Santuario portada por sus hijos jarotes y pozoalbenses.
La Eucaristía Jubilar presidida por el Rvdo. Sr. D. Jesús Perea, Vicario de la Sierra y concelebrado de sacerdotes de toda la comarca. La Santa Misa fue magníficamente amenizada por la Coral Polifónica de San Miguel Arcángel de Villanueva de Córdoba.
"Hoy en el Santuario dedicado a la Santísima Virgen nos hemos reunimos para agradecer todo lo bueno recibido en este Año Jubilar de la Misericordia.
Textualmente dice nuestro Papa Francisco que: "Reconocerse pecador es una gracia que hay que pedirle a Dios. Nosotros, lo máximo que reconocemos es que hemos cometido errores y que somos limitados, pero reconocerse pecadores, la vergüenza de tener el corazón hecho trizas, es una gracia que hay que pedir".
El lugar elegido para esta celebración es único: La ermita de la Santísima Virgen de Luna, situada en el corazón de nuestra dehesa.
Entre esas viejas encinas nacieron y crecieron nuestros pueblos. Ellas, estas viejas encinas, han sido su riqueza, su trabajo y su medio de vida fundamentalmente.
Cualquier otra ermita de nuestra zona podía haber sido elegida, pues todas tienen su encanto y todas reciben el cariño y la devoción de sus hijos.
¡Madre de Misericordia ... y vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos! decimos al rezar la Salve.
Todos unidos bajo la mirada de Nuestra Madre que nos muestra a su Hijo lleno de Misericordia, de entrega y dispuesto a perdonar; esperando de nosotros también misericordia:
"... Tuve hambre y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber;
era forastero, y me acogisteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
enfermo, y me vinisteis a visitar;
en la cárcel, y acudisteis a mí. (Mt 25,35-36)"
Al finalizar la Santa Misa, La Reina de la Jara procesionó entre las encinas centenarias cargadas del fruto que sustenta la zona y bajo un cielo azul celeste como el manto que portaba con bordados de oro. La imagen de la Patrona de Pozoblanco y Villanueva de Córdoba fue vestida para dicha ocasión con ornamentos de los dos pueblos.
La procesión transcurrió por los alrededores del Santuario con cantos a María por partes de los fieles, al finalizar la procesión se canto los himnos de ambos pueblos y exclamaron Vivas a la Virgen de Luna, emocionantes momentos los vividos hoy reafirman la canción popular que dice: "POZOBLANCO Y VILLANUEVA EN UN SOLO CORAZON"
