Antes de comenzar mi escrito semanal, quiero dar mi enhorabuena a Manuel López Guzmán por su elección como Hermano Mayor de mi Hermandad del Rocío el pasado sábado. Suerte y que la Virgen te ayude en esta nueva etapa y te guíe a ti y tu Junta en las decisiones que debáis tomar para la Hermandad.
Hoy quiero hacer de mi escrito una oración. Una oración por una hermana que el paso del tiempo nos hizo coger caminos diferentes en la adolescencia, pero que en nuestra infancia siguió la misma senda rociera.
Hoy quiero elevar mi plegaria a Aquélla que nos unió en sentimientos y vivencias. A Aquélla que nos hizo vivir momentos imborrables. Aquélla a la que unió dos familias en amistad. A Aquélla que nunca abandona.
Hoy Madre Nuestra del Rocío quiero pedirte por ella. Hoy quiero pedirte por esa madre que está luchando por estar con sus hijos, con Álvaro y Rafael. Dale las fuerzas suficientes para recuperarse pronto y poder estar a tus plantas y presentarte al fruto de su amor, a ese nuevo rociero que nació el día de Sor Ángela de la Cruz como presagio de bondad y fe.
Hoy Madre, quiero pedirte que le eches, ahora más que nunca, el ancla de la fe para que pueda aferrarse a ella y salir a flote.
Hoy, más que nunca, Madre, quiero que una vez más mires a esta familia rociera y la protejas bajo tu manto.
Hermana, agarra fuerte el farol que lleva la luz divina, ese que coges cada Lunes Santo acompañando a tu Señor de larga melena, y camina, camino por la senda que te lleva hasta tu familia.
Raquel Medina
Foto Iván Camacho Jiménez
