Últimamente estamos asistiendo perplejos a como formaciones musicales se posicionan en favor o en contra de candidatos a Hermano Mayor de Hermandades con las que la única vinculación que tienen es, literalmente, la económico-musical ya que en muchos casos es más el poder del golpe de pecho y decir "yo toco tras..." que el sentimiento con el que un músico cofrade debe acompañar con sus notas al Señor o a su Bendita Madre por las calles en esa semana que son diez días.
Yo llevo estrechamente vinculado a formaciones musicales 10 años, y, nunca he visto comunicados públicos en favor o en contra de una candidatura porque vaya a contar con mi banda en su próxima salida. Mentiría si no dijese que en los corrillos de componentes, si hemos deseado la victoria de una de esas candidaturas que querían que fuéramos a tocar tras el Señor, pero de ese corrillo, a un comunicado oficial, hay una línea que no debería cruzarse.
Y digo que no debe cruzarse, porque quizás, la influencia que se pretende ejercer en unos hermanos que libremente van a otorgar y en el que depositarán su confianza en otra persona, puede hacer que una corporación salga perjudicada, porque créanme que se de lo que hablo, cuando digo que bastantes grupos de presión hay en una Hermandad, como para que personas ajenas a ésta intenten llevar a cabo un giro en la decisión de los hermanos, cuando su único interés parece que no es la devoción hacia el titular.
Muchos somos los músicos cofrades que rezamos ante el titular que va a salir delante de nuestro guión, para que sea grata nuestra música, muchos son los músicos profesionales que hacen lo mismo, porque tocan a Dios o a su Madre, y eso, no se les olvida. Yo he rezado en la Iglesia de Santiago de Córdoba, en la del Carmen y San Luis de Madrid, en la de San Marcelo en León o en la Iglesia de San Andrés de Ponferrada, pero nunca, lanzaría un comunicado de apoyo a una candidatura porque quiera conocer nuevas ciudades.