Carlos Gómez. La juventud cofrade es el activo más valioso sobre el que han de descansar los cimientos del futuro inmediato de nuestras hermandades. Esta es una realidad inmutable perfectamente asumida por quienes conocen de cerca la realidad del universo cofrade. La extraordinaria vitalidad que demuestran buena parte de los grupos jóvenes de nuestras cofradías, en cuyo seno se organizan quienes han de construir el mañana, evidencia de manera indiscutible que hay mucho más entre las motivaciones del espectro más juvenil de la sociedad que nos ha tocado vivir, que el presunto vacío moral que determinados ámbitos pretenden vender desde hace décadas y que sus valores se hallan profundamente enraizados con la cultura judeo-cristiana que es esencia fundamental de nuestra historia, por más que muchos pretendan negarlo.
En apenas unos días dará comienzo 2017, un año marcado en rojo en el calendario de la juventud cofrade cordobesa porque la ciudad de San Rafael será la capital nacional de la Juventud Cofrade, tras la elección de Córdoba para acoger esta importantísima celebración, en la última edición celebrada el pasado mes de octubre en la ciudad castellana de Palencia. Un encuentro que estuvo cargado de actividades destinadas a los más de mil jóvenes que acudieron desde toda España, como pasacalles de bandas de la ciudad, conferencias sobre la importancia de los jóvenes como parte esencial de las hermandades pero también la fe, con oraciones y un Via Crucis con la participación de imágenes de las corporaciones penitenciales de la ciudad.
Una cita que cada año pretende formar y fomentar el punto de vista de los jóvenes de cara al presente y futuro de las hermandades sean de donde sean, como evangelizadores y desde la visión del siglo XXI, con las nuevas tecnologías y compartir las vivencias y características que cada ciudad tiene en Semana Santa. Por delante quedan meses de trabajo en el que el núcleo más joven de las Hermandades y Cofradías de Córdoba han de colaborar con diferentes instituciones para seguir la estela de las anteriores ciudades organizadoras que organizaron ediciones cuya valoración fue un éxito rotundo. Ese es el reto de la juventud cofrade cordobesa para el año que está a punto de nacer, lograr que éxito también la palabra asociada a la V edición.
Con la mirada puesta en este trascendental acontecimiento que volverá a servir para poner a Córdoba en el mapa cofrade nacional, como ya ocurriese con el Regina Mater y el Vía Crucis Magno, los grupos jóvenes afrontan este martes la celebración de la festividad de San Juan Evangelista, patrón de la Juventud Cofrade. Una costumbre que se ha ido convirtiendo en tradición y que provoca que en torno al discípulo amado, se convoquen eucaristías para dar culto al más joven de los discípulos de Jesús, al hijo de Zebedeo y hermano de Santiago. Una figura trascendental en la historia de nuestra religión y cuya presencia resulta esencial en muchas de las cofradías que configuran nuestra realidad. No en vano su imagen ha encuentra presente en muchos de los misterios que pisan las calles cordobesas cada primavera, como el del Buen Suceso, La Entrada Triunfal, el Prendimiento, la Sagrada Cena, el Cristo de Gracia o el Descendimiento, y acompañando a dolorosas como la Reina de los Ángeles, la Virgen del Desconsuelo, o la del Amor de San Basilio.
Así, son varias las hermandades de la ciudad que convocan este 27 de diciembre cultos en torno la figura de San Juan Evangelista, a través de sus grupos jóvenes. Es el caso del Buen Suceso, que celebra misa en su honor a las 18 horas, el Císter que hará lo propio a las 19 horas, Pasión y Penas de Santiago a las 19:30 o la Merced a las 20 horas, dejando constancia de que en estas fechas, marcadas de manera indiscutible por la fiesta y la celebración múltiple, la juventud cofrade es capaz de encontrar hueco para congregarse en torno a la eucaristía para celebrar la fiesta de su patrón y para demostrar una vez más, que ser cofrade es mucho más importante que un costal, una vara o una corneta.
Foto Antonio Poyato