Carlos Gómez. En el Convento de Los Terceros, la Hermandad de la Sagrada Cena consagró, coincidiendo con la Festividad de la Inmaculada Concepción, el tradicional Besamanos dedicado a su Titular mariana Nuestra Señora del Subterráneo, ante cuya mirada acudió Benito Álvarez en su peregrinar para dejar constancia del evento a través de esta bellísima crónica gráfica.
La advocación de esta Virgen se debe a la Hermandad de Gloria que se venera en la iglesia parroquial de San Nicolás de Bari, en cuyo templo se fundó la Hermandad de la Cena en el año 1580. La imagen de esta Dolorosa ha dado lugar a distintas atribuciones en cuanto a su autoría a lo largo del tiempo. No obstante, el reconocido escritor González de León señaló en una antigua cita que la imagen se debe al acreditado escultor sevillano Juan de Astorga.
Aunque no pertenece al conjunto de producciones más claras de este autor, pues existen aspectos que la diferencia de otras Dolorosas talladas por él, esto puede ser debido a que sea una de sus primeras obras, realizada entre los años 1812 y 1815; o bien que el artista por entonces adaptara o recreara algún original ya existente. Se trata de una imagen de 1,55 metros de altura, algo menor que lo habitual, por lo que se monta sobre un pequeño suplemento en su peana que figura una nube de ángeles de orfebrería. De su talla destaca la serena expresión de tristeza de su rostro y sus largas y delgadas manos.