Cuando el río suena... agua lleva. Así se puede titular la forma de actuar de esa Hermandad que entró con calzador en el ecuador de la Semana Santa con buen agrado por el resto de las corporaciones. Sin embargo, habiendo sido la última en entrar, por lo que su sitio es la primera en pasar en Carrera Oficial, parece que nada le convence a esta Hermandad que más que una Cofradía tiene carácter de fundación (ojo, y que es ideal que tenga una obra social, más aún erradicada donde está), pero no debe olvidar que se encuentra agrupada a otra institución.
Una más, eso es. No es más que las demás, pero a pesar de provenir de un barrio humilde, está demostrando que de humildad tiene poco, más cuando las otras cinco que la acompañan en la jornada han cedido en otros asuntos. Parece una rabieta de niño pequeño que no se conforma con nada. Si es la última malo, si es la primera malo también. Quiere un puesto que alteraría el consenso de las otras cinco. Pues mira, a ver si vas a ser como el soldado del chiste, que toda la tropa va con el paso cambiado menos él.
¿Solución? Según ellos luchar y luchar por lo que sólo ellos quieren y si no ganan la batalla pues no ir a la Catedral. ¿Entonces? ¿Qué pretenden? ¿Pueden decirme qué son ustedes? ¿No hay más soluciones? El origen de todo esto está en la inclusión sí o sí de hermandades que no están maduras. Espero y deseo que no se vuelva a caer en este error, que después pasa lo que pasa.
Raquel Medina
Foto Álvaro Córdoba