Carlos Medina. El inmenso patrimonio artístico que aglomera Málaga, incluso después de perder una cantidad considerable en la quema de conventos de 1931 y la Guerra Civil, es una muestra del poderío y la presencia católica en la capital de la Costa del Sol. Tanto instituciones religiosas como civiles, cuentan con un amplio catálogo patrimonial cristiano, con colaboraciones de muchas de sus instituciones con cesiones para el culto o exposiciones.
En este caso, la Diputación malagueña ha cedido para que reciba culto por la cofradía de Zamarrilla, un crucificado que tallara Francisco Palma García un año antes de su muerte, en 1937 (en plena Guerra Civil). El crucificado, fue tallado además en el mismo taller donde poco después realizara su hijo, Francisco Palma Burgos, el venerado Cristo de los Milagros de la cofradía de Zamarilla, que muestra un gran parecido con el de la Diputación, habida cuenta de que este sirvió de modelo para el titular de la corporación malagueña.
Este crucificado pasará a ser bendecido este sábado a las 20 horas en el recoleto templo de la cofradía malagueña en la Calle Mármoles, lugar en el que pasará a recibir culto interno de manera indefinida.
Foto Diario Sur
