Carlos Gómez. Este jueves era el día en que había de dilucidarse si el Martes Santo, tal y como estaba establecido, cambiaba, en virtud de la propuesta de modificar el orden de entrada en Carrera Oficial o se mantenía el status quo, cuestión abordada en la reunión mantenida entre las corporaciones del Martes Santo y el delegado de día, Juan José Morillas. La propuesta obedecía a la necesidad de buscar una solución integral que provoca que algunas cofradías lleguen a sus templos excesivamente tarde ante la concurrencia de cualquier contingencia.
El orden original propuesto implicaba que la Hermandad de San Esteban fuese la primera en acceder al palquillo de entrada seguida por El Cerro, Los Javieres, Dulce Nombre, San Benito, Los Estudiantes, La Candelaria y Santa Cruz, por este orden. Esto posibilitaría que la Candelaría pudiese optar por un recorrido alternativo a los Jardines de Murillo y adelantar considerablemente la hora de entrada. La otra cofradía que podría verse beneficiada es el Dulce Nombre.
Sin embargo y ante el poco convencimiento de algunas de las hermandades, el delegado puso encima de la mesa una opción alternativa que pasaba porque la Candelaia abriese la Carrera Oficial y tras ella discurriesen El Cerro, Los Javieres, Dulce Nombre, San Benito, San Esteban, Los Estudiantes y Santa Cruz. Al parecer, y pese a la nota remitida por el Consejo de Hermandades que en todo momento habla de unanimidad, han sido precisamente las reticencias de San Esteban, la corporación que debía haber abierto la jornada, las que han impedido un acuerdo que dejarán las cosas como estaban.
Sin embargo y ante el poco convencimiento de algunas de las hermandades, el delegado puso encima de la mesa una opción alternativa que pasaba porque la Candelaia abriese la Carrera Oficial y tras ella discurriesen El Cerro, Los Javieres, Dulce Nombre, San Benito, San Esteban, Los Estudiantes y Santa Cruz. Al parecer, y pese a la nota remitida por el Consejo de Hermandades que en todo momento habla de unanimidad, han sido precisamente las reticencias de San Esteban, la corporación que debía haber abierto la jornada, las que han impedido un acuerdo que dejarán las cosas como estaban.
Cabe recordar que el problema nuclear se encuentra en la Alfalfa, lugar por el que caminan cuatro de las corporaciones, con cruces alternativos y que, ante cualquier retraso producido, se corre el riesgo de provocar un colapso que derive en la multiplicación de los horarios. En este sentido el acuerdo de la pasada noche establece el compromiso de todas ellas de observar estrictamente sus horarios para evitar que estos riesgos que materialicen. Está por ver si este compromiso se hace realidad.
Foto Benito Álvarez