Parece que los Reyes Magos siguen trayendo regalos incluso casi una semana después de su llegada, ya que entramos en los días donde se anuncia la Semana Santa mediante obras de arte. Muchas son las ciudades que encargan sus carteles a artistas reconocidos, Raúl Berzosa ejercerá de profeta en su tierra, Huelva contará con una obra de Rafael Laureano, en Jerez será el encargado Antonio Díaz Arnido, en Marchena el arte brotará de la paleta de César Ramíez y en Córdoba nada más y nada menos que Nuria Barrera.
Lloverán los halagos, pero seguramente las críticas de esas personas perfeccionistas que se piensan que podría ser mejor. Para gustos están los colores y nunca mejor dicho, ya que el arte trata de no dejar indiferente a nadie, pero pocos se paran a pensar en el trabajo que hay detrás de ese cartel.
No es un simple cartel, es una obra que tras de sí, existen horas de búsqueda de inspiración ante un lienzo en blanco, junto a una paleta de colores que compondrán la imagen de Cristo o de su Bendita Madre. Ese miedo al vacío del lienzo que sutilmente se va quitando con las pinceladas de los maestros.
Trazo a trazo, color a color, la visión de los maestros de los pinceles, sean o no conocidos, se plasmarán en algo tan importante como es el anuncio de una de las fechas que más esperan, ya que además de pintores, son cofrades, porque si no lo fueran, no tendrían esa sensibilidad única para que a través de su obra.
No debemos olvidarnos de aquellos que realizan magistrales fotografías que en su composición, encuadre y montaje, son obras maestras que anunciarán también la Semana Santa en un cartel de su localidad. Muchos son los fotógrafos que conozco, a los que considero compañeros cofrades, que pasan horas delante de las imágenes buscando la mejor situación, compañeros en León o en Córdoba, que con sus fotos trasladan los momentos únicos de cada procesión.
Estaré realmente expectante a ver esas obras de arte que estaremos a punto de conocer y que anuncian una de las fechas más importantes para un cristiano.
Adrián Martín
Foto Antonio Poyato