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domingo, 15 de septiembre de 2013

Demetrio Fernández: "La fe de un pueblo es más fuerte que ninguna ideología"

NACIO EN EL PUENTE DEL ARZOBISPO (TOLEDO)

EDAD 63 AÑOS

TRAYECTORIA ORDENADO SACERDOTE EN DICIEMBRE DE 1974, TOMÓ POSESIÓN DE LA DIÓCESIS DE CÓRDOBA EN MARZO DEL 2010. ANTES HABÍA OCUPADO EL OBISPADO DE TARAZONA

--¿Qué pensó cuando le comunicaron este ambicioso proyecto por parte de la Agrupación de Cofradías?
--Reaccioné de manera positiva e inmediata. La fe hay que mostrarla en público, y nunca es más bonita la ciudad de Córdoba que cuando pasan por sus calles estas grandiosas procesiones.

--¿Qué supone para la Diócesis de Córdoba la celebración del Vía Crucis Magno?
--Es un acontecimiento extraordinario para un año extraordinario, el Año de la Fe. El pueblo andaluz lo expresa de esta manera, y es una expresión que resulta bella y atrayente para cualquier latitud del orbe. La confluencia de todos en la Catedral expresa que este es el templo principal de la diócesis, desde donde el obispo enseña y preside la comunidad cristiana de Córdoba.

--¿Qué enseñanza debe quedar entre los cordobeses y entre los cofrades?
--Que junto a nosotros y delante de nosotros camina siempre Jesucristo y su Madre bendita, la Santísima Virgen. No estamos solos en el camino de la vida. Ellos nos acompañan para hacernos felices con la felicidad de Dios. Y para enseñarnos que toda persona es nuestro hermano.

--¿Por qué seguir el Viacrucis de Juan Pablo II y no el tradicional?
--El Viacrucis que redactó Juan Pablo II en esa ocasión ha sido elegido porque se adapta mejor a los pasos que tenemos en Córdoba. Pero el Viacrucis siempre es el mismo: acompañar a Jesús que camina hacia la muerte, derrotando la muerte con la resurrección.

--El Vía Crucis se organiza con motivo del Año de la Fe. ¿Cree que se podría celebrar este gran evento en otras ocasiones en Córdoba o en algún municipio de la provincia?
--Estas procesiones son habituales en Semana Santa, y atraen a muchos hasta Córdoba. Este es un acontecimiento extraordinario, que supone mucho esfuerzo y no puede tenerse todos los años. Pero soy partidario de estas grandes expresiones de fe, que alimentan la fe de un pueblo profundamente creyente.

--¿Qué destacaría de este gran acontecimiento religioso?
--Me llama gratamente la atención el gran interés con que lo ha tomado el mundo cofrade de Córdoba. Acontecimientos como éste tocan la fibra más profunda de tantas personas adultas y jóvenes, y hacen un bien inmenso. Estoy seguro de que tocará incluso el corazón de muchos no creyentes, y Dios entrará en su alma por alguna rendija.


--¿Qué transmitirá a los fieles y a los cofrades en la homilía del 14 de septiembre en la Catedral?
--Que Jesús está vivo, que su Madre camina con nosotros, que la fe no es un mito, sino una luz nueva que ilumina toda nuestra vida. Y por qué caminar a oscuras, cuando tenemos a mano la luz. Que Cristo está en la eucaristía, y desde ahí nos llama a unirnos a él y a salir al encuentro de nuestros hermanos, especialmente de los que sufren.

--Como cabeza de la iglesia católica en Córdoba, ¿qué representa el mundo cofrade para la iglesia?
--El mundo cofrade es una fuerza poderosa de tradición acumulada que contribuye a la transmisión viva de la fe en nuestros días. La evangelización encuentra un clima favorable cuando hay devoción cofrade y es un dique potente de contención ante el laicismo que nos invade.

--En estos años con nosotros en Córdoba, ¿qué le ha sorprendido más de las cofradías de Córdoba y provincia?
--El número y la calidad de los cofrades, entre los cuales hay muchísimos jóvenes. Esto va a más. La fe tiene futuro en nuestros ambientes.

--¿En qué aspectos cree que hay que incidir para mejorar el mundo cofrade cordobés?
--Hay que evitar el personalismo, el afán de protagonismo o de mando. En el mundo cofrade, como en toda la vida cristiana, vale el que adopta actitudes de servicio. Y he encontrado mucha gente con estas buenas actitudes.

--¿Qué debe quedar de esta celebración?
--La alegría de la fe. Ser creyente no es una alienación ni una especie en extinción, sino que la fe da sentido y esperanza a la vida, como nada más puede hacerlo.

--¿Quiere añadir alguna reflexión a propósito del Vía Crucis Magno?
--Invitar a los cordobeses a que participen. Verán momentos y escenas que nunca habían contemplado. Constatarán que la fe de un pueblo es más fuerte que ninguna ideología.



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