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miércoles, 18 de septiembre de 2013

El éxito del Via Crucis no precipitará la carrera oficial de la Catedral

El Consistorio, la Iglesia y las cofradías ven un escenario único pero piensan que es necesario buscar la solución a los problemas de seguridad y accesos.

Piano, piano. Si alguien pretendió hablar del Via Crucis Magno como un ensayo para trasladar la carrera oficial al entorno de la Catedral, la estampa ha servido para comprobar que sería muy monumental pero también para saber que hay que perfilar muchas cuestiones de seguridad, al margen de la segunda puerta. La prioridad sigue ahí, pero quienes han vivido y visto la experiencia coinciden en señalar que es necesario perfilar todavía cuestiones, aunque el efecto estético y monumental, como comentaron, no tenga comparación posible. Y aprender además de los problemas que se han presentado aquí para solucionarlos en el futuro.

Así lo hizo por ejemplo el alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, quien había llevado en su programa electoral el estudio de la propuesta de llevar el recorrido común a los aledaños y el interior del primer templo de la ciudad. Nieto explicó que en la ida «se trabaja desde hace mucho tiempo» en el seno del gobierno municipal. El debate, dijo, «le corresponde a hacerlo al conjunto de las cofradías, dirigido por la Agrupación». Ellas serían quienes tengan que decidir aunque «a todas luces» la estética es muy superior. «Cualquiera puede comparar la carrera oficial de allí y la de la Semana Santa. Yo creo que no hay color», manifestó el alcalde, que piensa además que es necesario «salvar inconvenientes y algunos temas puntuales», como las cofradías que tienen dificultades para acceder a la Catedral. Insistió en que «no hay una mejor solución» para la carrera oficial de la Semana Santa.


El regidor felicitó además a la Agrupación de Cofradías por el «éxito sin paliativos» en la organización del Via Crucis Magno, que pudo tener problemas por «un entorno difícil y con 150.000 personas en las calles», y en un acontecimiento «que no se había producido antes y no ocurrirá en el futuro». «Es una proyección de Córdoba y de su Semana Santa inmejorable», afirmó, tras conceder que fue «el gran acontecimiento de 2013».

El recorrido que manejó el Ayuntamiento en colaboración con la Agrupación de Cofradías mostraba semejanzas con el que hicieron las hermandades el pasado sábado. Comenzaba en la Puerta del Puente, pero al llegar al muro sur de la Catedral lo recorría a la derecha para subir por la calle Magistral González Francés y entrar en la Catedral por la Puerta de Santa Catalina. Al llegar al Patio de los Naranjos ya era necesaria la segunda puerta, que permitiría salir y buscar el pie de la torre. El planteamiento del alcalde coincidió con el delegado diocesano de Cofradías, Pedro Soldado, quien se mostró «muy contento y emocionado» por el resultado de una cita que además de sacar a la gente a la calle se realizó, al menos en el Via Crucis Magno propiamente dicho, de una forma muy recogida y espiritual.

Así, Pedro Soldado insistió en que el recorrido común que tuvo el Via Crucis Magno se hizo «en un lugar único» por su monumentalidad, pero también piensa que demostró que las cofradías pueden dirigirse a la Catedral «sin tener que alargar demasiado su recorrido». Y a pesar de esta belleza, Pedro Soldado insistió en la necesidad de mejorar los aspectos de la seguridad y de la circulación de las personas.

Comenzó asegurando que la aglomeración que en la Cruz del Rastro se debió a «fallos que no tienen nada que ver con la Agrupación de Cofradías», porque no era a este organismo a quien correspondía el control de la circulación de personas, sino a las fuerzas de seguridad. Eso pasó en la zona en que comenzaba el recorrido común pero también en las sillas y en los problemas para cerrar las calles.

Ajustar al máximo

Por eso hizo votos para ajustar al máximo todos los problemas de seguridad y de acceso que se hayan podido dar en la cita del pasado sábado, si es que los hermanos mayores quieren seguir, como recordó, por el camino de continuar llevando la carrera oficial a la Catedral.

De los hermanos mayores, quienes ya bajan a la Catedral se mostraron convencidos de que el futuro tiene que pasar por allí, pero otros, sin dejar de reconocer la belleza del enterno, también mostraron sus dudas.

Fue el caso, por ejemplo, del hermano mayor de la cofradía de la Paz, quien se felicitó por la estampa que las cofradías dejaron en la zona, pero tampoco dejó de hacer notar los problemas para acceder. «El Casco Histórico de Córdoba es medieval, es una Judería», afirmó, como muestra de que las cofradías y las personas que las contemplan tienen que transitar por espacios muy cerrados. Por eso cree que lo fundamental sería estudiar todas las condiciones técnicas y hacer posible las garantías para la seguridad en esta zona. No ir el próximo año sino aprender de los errores o de los problemas que se dieran en el Via Crucis Magno para solucionarlos con vistas a seguir estudiando el traslado de la carrera oficial.

Recuperar el Museo Cofrade

El éxito de público en el Via Crucis Magno ha servido al presidente de la Agrupación de Cofradías, Francisco Gómez Sanmiguel, para recuperar un proyecto del que se habla en el organismo desde hace más de una década: el Museo Cofrade, un centro en el que mostrar el patrimonio y la idiosincrasia de las hermandades. La afluencia de personas y el buen trabajo de las cofradías, con toda su capacidad de movilización fueron los avales que puso el presidente para insistir en la idea de relanzar este proyecto y mostrar a los muchos visitantes de la ciudad cómo son las cofradías de Córdoba. «Se debería apoyar a las hermandades en esta aspiración, ya que se ha demostrado el interés en el número de visitantes que han venido», dijo Gómez Sanmiguel al defender que las Administraciones apoyen este proyecto.









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