La venerada imagen de la Divina Pastora de las Almas de Capuchinos se repuso al culto ordinario el pasado viernes, 6 de diciembre, tras los trabajos de restauración que ha llevado a cabo Fernando Aguado.
Fue a partir de las seis de la tarde cuando comienzó un besapiés de carácter extraordinario con motivo de la finalización de esta intervención que se ha llevado a cabo en el taller de este artísta sevillano. En la capilla de los Ángeles se encuentra dispuesta para el culto la Divina Pastora. El traslado a su sede se ha realizado de forma privada.
Algo más de cuatro meses ha sido el periodo que ha estado la Divina Pastora de las Almas del Convento de Capuchinos en el taller que regenta Aguado en Sevilla.
Esta restauración ha consistido en la limpieza y reparación integral de la policromía afectada por los ya conocidos alfilerazos y el roce de los pendientes en la zona de la mejilla. Estos trabajos se han llevado a cabo en las manos de esta imagen, que estaban en un estado de conservación poco adecuado. También se le han sustituidos las articulaciones y la sujeción de la orfebrería, incorporando el sistema denominado de "bola o fosa", el más utilizado en la actualidad, llamado así por tener una bola aprisionada compuesta por dos piezas laterales y unidas a través de un tornillo pasante.
Con ello consigue varias ventajas como la del movimiento total de las piezas, fundamental a la hora de ataviarla. Contiene una mayor reversibilidad, permitiendo retirar el tornillo pasante y facilitar el desmontaje de las piezas para una sustitución. Hace tener a las piezas laterales y el tornillo pasante aprisionar la bola, es decir, un mejor movimiento de la talla cuando salga en procesión y una posibilidad de obtener varias posiciones.
Otro de los aspectos fundamentales de esta intervención, es la retirada de repintes puntuales y algunas fisuras puntuales aparecidas en el rostro de la Pastora.
Pastora de Capuchinos
Es una Virgen de 1802, obra del imaginero, José Fernández Guerrero, profesor de la Academia de Bellas Artes de Cádiz, que sustituía a la de Cristóbal Ramos confeccionada en 1795.
Que exista constancia, ha sufrido dos restauraciones, la de 1952 a cargo de Sebastián Santos Rojas y la de 1982, donde se le confeccionaba un nuevo cuerpo a la Divina Pastora de las Almas.
