Magnífico reportaje de nuestro colaborador Miguel Ángel Badía Álvarez (Cámara Cofrade) del Besapiés del Santísimo Cristo de la Oración en el Huerto, Titular de la Antigua, Pontificia, Real e Ilustre Hermandad y Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, Santísimo Cristo de la Salud y María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos de Sevilla, popularmente conocida como Hermandad de Monte-Sión.
Como ocurre con tantas otras obras de la imaginería local, ha sufrido a lo largo del tiempo distintas intervenciones desde su realización, alterando en parte su aspecto y modificando rasgos originales al gusto de los momentos en que se hicieron; lo bastante para que surjan serias controversias y dificultades sobre su autoría original.
Ya en 1882 se atribuía la ejecución del misterio completo -las cinco tallas del paso de Misterio- a Pedro Roldán, según noticias publicadas desde finales del siglo anterior por autores como Antonio Ponz. No obstante, a principios del siglo XX Celestino López encuentra en el Archivo de Protocolos Notariales un contrato realizado entre la Hermandad de Montesión y el escultor Jerónimo Hernández, fechado en 1578, para realizar las cinco figuras que componen el paso de Misterio.
Ya en 1882 se atribuía la ejecución del misterio completo -las cinco tallas del paso de Misterio- a Pedro Roldán, según noticias publicadas desde finales del siglo anterior por autores como Antonio Ponz. No obstante, a principios del siglo XX Celestino López encuentra en el Archivo de Protocolos Notariales un contrato realizado entre la Hermandad de Montesión y el escultor Jerónimo Hernández, fechado en 1578, para realizar las cinco figuras que componen el paso de Misterio.
Y aunque el mismo Celestino López recoge las noticias de las crónicas locales sobre la sustitución de dichas imágenes a finales del siglo XVII, el hecho de que el Cristo y el ángel tuvieran de madera de cedro el rostro, pies y manos, y de pasta sus cabezas y cabellos, hizo que mantuviera su autoría como de Hernández, al no tener constancia que negara dicha atribución.
Aunque en 1947 Sancho Corbacho atribuye la imagen a Pedro Roldán, la creencia general sobre la autoría de Jerónimo Hernández se mantiene hasta los años 90 del siglo XX, afianzada por estudiosos como Palomero Páramo y los profesores Morales y Serrera.
Aunque en 1947 Sancho Corbacho atribuye la imagen a Pedro Roldán, la creencia general sobre la autoría de Jerónimo Hernández se mantiene hasta los años 90 del siglo XX, afianzada por estudiosos como Palomero Páramo y los profesores Morales y Serrera.
Posteriormente importantes historiadores del arte mantienen como cierto que la talla de Cristo en la Oración del Huerto es obra de Hernández, aunque se considera ya una reforma decisiva en torno a 1670 por Pedro Roldán, cuando se renueva el canasto del paso por Bernardo Simón de Pineda, con quien Roldán mantenía una estrecha relación laboral y personal, y se sustiyuyen las imágenes de los tres apóstoles.
Para entonces, el mismo profesor Palomero Páramo, a raíz de las nuevas investigaciones, en 1993 orienta la autoría de la talla hacia el círculo de Pedro Roldán, apoyado en un testamento dado en 1675 donde se ordena entregar un dinero a la Cofradía de Montesión para el coste de la cabeza del Cristo "que se está haciendo".
De todo lo anterior se concluye que todas las figuras del Misterio son obra del taller de Pedro Roldán, fechables entre los años 1675 y 1680.
De todo lo anterior se concluye que todas las figuras del Misterio son obra del taller de Pedro Roldán, fechables entre los años 1675 y 1680.
Entre las distintas intervenciones posteriores, se sabe de una realizada en 1832, donde se le hace al Cristo una cabellera de pasta o estopa encolada sustituyendo la inicial peluca de pelo natural. Mucho más adelante, Castillo Lastrucci sustituyó en 1942 el cuerpo de candelero por otro también articulado y tallado, que sería de nuevo retallado por Francisco Buiza en 1976, encarnándose en la misma tonalidad de las manos y los pies.
La imagen ha sido posteriormente intervenida en profundidad por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico entre 1994 y 1995, con la realización de un nuevo candelero en madera de cedro y el reajuste de sus articulaciones.
Realiza su estación de penitencia hasta la catedral en la tarde-noche del Jueves Santo de la Semana Santa sevillana; y lo hace seguido por el paso de palio que preside la imagen de María Santísima del Rosario, cotitular de la misma hermandad.
El paso de Misterio sobre el que procesiona representa el pasaje evangélico de la Oración en el Huerto de Getsemaní, momentos antes del prendimiento de Cristo, que aparece de rodillas delante del ángel confortador. Éste aparece de pie, sobre una pequeña nube frente a Él y con un cáliz en su mano derecha. En la zona posterior del paso se levanta un gran olivo, a cuyos pies se encuentran dormidos sus discípulos más cercanos, San Pedro, Santiago y San Juan.
La hermandad tuvo su origen cuando un grupo de cofrades, a finales del siglo XV o principios del XVI, se unen en la devoción a un Crucificado bajo la advocación de la Salud, en base a las predicaciones llevadas a cabo por San Vicente Ferrer.
Según la tradición, en el mes de octubre de 1560 tiene lugar la fusión de dos Cofradías: una del Rosario establecida en una ermita que dió lugar después al Convento de Monjas Carmelitas de Belén, y otra de penitencia que se formó en el hospital de las Cinco Llagas, dedicada a la contemplación de la ferviente Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, perteneciendo a ésta preferentemente, los armadores de buques que hacían las travesías a las Indias Occidentales.
No se sabe donde residía esta Cofradía, aunque se ha pensado que bien pudo ser en el propio Hospital de las Cinco Llagas o la Ermita de Belén. Sí se sabe que mantenía vínculos con el convento de Santa Paula, lugar donde la Hermandad tuvo en depósito su primer Crucificado, que el abad Gordillo dice en 1612 ser uno de los más devotos de la ciudad. Esta imagen, de finales del XV o principios del XVI, todavía recibe culto en el monasterio de jerónimas bajo el nombre del Coral.
Ya en 1577 la Hermandad se encuentra en el convento de Montesión, al conseguir de la comunidad de padres dominicos un trozo de terreno en el compás del monasterio; y pasaba por un buen momento, pues al año siguiente contrató con el escultor Jerónimo Hernández la talla de cinco figuras -el Señor, el ángel y los tres apóstoles-, para su paso procesional. La Corporacion adoptó el carácter de confraternidad del Rosario e inició un largo pleito con la Cofradía del convento de San Pablo de igual título de los negros del barrio de Triana.
En sus Reglas, aprobadas en 1588 en sustitución de otras anteriores desaparecidas, se establecía su estación de penitencia en la tarde del Jueves Santo, incluyendo en sus filas hermanos de luz y de sangre, estandarte morado y hermanas con cirios, acompañando al cortejo trompetas dolorosas y capilla musical. Dos años más tarde acordó sacar sólo el paso de la Oración en el Huerto, sin otros pasos que representaban escenas de los cinco misterios dolorosos.
Asimismo se concierta un paso de palio con cuatro varales realizados por el platero Juan de San Vicente. Algo más tarde, en 1592 se recibe una imagen dolorosa de Nuestra Señora del Rosario, propiedad del hermano Juan de Torres, que se piensa es la que todavía hoy posee la Hermandad como titular, ya que estilísticamente responde a esta época.
Tras la reducción de cofradías del año 1623 se fusionó con la de Piedad de Santa Marina y con la Entrada en Jerusalén, aunque este acuerdo parece que tuvo poco efecto. No existen muchas noticias de su evolución durante el siglo XVI, que debió ser favorable, y del XVII, por pérdida de parte de su Archivo, aunque se sabe que realizó con frecuencia su estación de penitencia y modificó sus Reglas en 1792.
Con la ocupación francesa de la ciudad y la extinción del convento de Montesión, la Hermandad inicia un proceso de declive y pierde parte de sus enseres. Reorganizada en 1842, en 1857 acordó fusionarse con la Hermandad de Pasión, que estuvieron así unidas, solo hasta 1860.
A partir del segundo tercio de ese siglo se vinculan a la Corporación algunos miembros de la familia real; así, en 1866 figuraban en ella parte de la familia de los duques de Montpensier, entre ellos la reina María de las Mercedes de Orleans. Años más tarde también se inscribieron en ella Isabel II, Alfonso XII y doña María Cristina de Habsburgo-Lorena, llegando la reina Victoria Eugenia a ser Hermana Mayor de Honor de esta Hermandad.
Tras los sucesos de 1936 el antiguo convento de Montesión fue incendiado y la Cofradía perdió los pasos, insignias y figuras de apóstoles, salvándose las del Cristo, el ángel y la Virgen, escondidas a tiempo por un grupo de hermanos.
Desde 1932 residió en la Iglesia de San Martín por el estado ruinoso de su capilla, volviendo a su capilla de la calle Feria en 1952, año en el acompañan al Cristo, restaurado por Castillo Lastrucci, tres nuevos apóstoles del mismo autor tallados dos años antes.
Tiene su sede canónica en la Capilla de Montesión, situada en la popular calle Feria, desde el siglo XVI, junto al convento de dominicos de Santa María de Montesión, que fue antigua sede del Archivo de Protocolos Notariales. La fundación de dicho convento se remonta al año 1559, según cláusula del testamento de Doña Mencía Manuel de Guzmán, nieta de los duques de Medina Sidonia y de Feria.
Posteriormente la comunidad de dominicos cede un terreno anexo a la Cofradía de la Oración en el Huerto que hasta esa fecha tenía su sede en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas, indicándose que se trata de un lugar al lado de la Capilla Mayor, en el compás existente. También se expresa que la capilla tenga dos puertas, una hacia el referido compás del convento, y la otra a la Plaza del Caño Quebrado. El año 1560 fue la fecha de la donación del terreno para la edificación de la Capilla de la Hermandad, que fue bendecida en 1604.
Recordatorio El Vía Crucis de Nuestro Padre Jesús de la Salud en la mirada de Miguel Ángel Badía Álvarez